Por Alessandra Miyagi
Cuando salió del colegio, quería ser actriz; sin embargo, su profesor de teatro advirtió que su interés por la dirección era más poderoso. Años después, su paso por la carrera de Comunicaciones le hizo descubrir su verdadera pasión: la dirección, sí, pero de cine. “Climas”, el primer largometraje de Enrica Pérez (Lima, 1976), acaba de estrenarse en Lima, después de ocho años de gestación. Esta película le ha valido distintos premios, como los auspiciados por el Ministerio de Cultura del Perú, Ibermedia, el Festival de Cine de Lima, etc.Seguir a @ElDominicalEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
¿Qué película te marcó a tal punto que decidiste dedicarte al cine?“Mujeres al borde de un ataque de nervios”, de Pedro Almodóvar. Me impactó. A mí me encanta Almodóvar, y es rarísimo porque mi estilo es totalmente opuesto al suyo, que es superexagerado y con toques de comedia. Esa y “La mujer de al lado”, de François Truffaut, que es mi película favorita de todos los tiempos.
Te gustan películas muy distintas entre sí , por lo que veo.Sí, soy bien ecléctica. También me gusta el cine comercial, por ejemplo, las cintas de acción, pero lo que no soporto son las explosiones. Algo que realmente me fascina son los dramas, es lo que quiero hacer y lo que más quiero ver. Me gusta que una película me haga llorar, chillar, moquear, que me afecte. Incluso disfruto eso más que reír.
En tu película, el clima es un elemento modelador de la personalidad. ¿Cómo nació esta idea?Siempre la he tenido. Yo creo que te marca el lugar donde naces y creces. No solo por la ciudad o por la sociedad, sino también por el clima. Por ejemplo, los caribeños y los alemanes son muy diferentes entre sí, casi opuestos. Claro, es un cliché, pero creo que el clima sí afecta. Y me pareció, además, una manera interesante de comunicar visualmente los dramas internos de estas tres mujeres. No es que las protagonistas sean estereotipos, para nada, pero sí calzan de alguna manera con la idea general que muchos tenemos acerca de la forma de ser de las personas de estas tres regiones. Además, las historias que ellas viven son dramas universales: el descubrimiento de la sexualidad, la maternidad, la soledad en la tercera edad.
¿Hay en ellas elementos autorreferenciales?Sí, pero no en el sentido de que estas historias me hayan pasado directamente a mí, sino a mi familia, a mis amigas. O sea, son cosas que a mí me han tocado; también están mis miedos ahí metidos. Me identifico, particularmente, con el personaje de Victoria, porque estoy en la edad de la maternidad. En esa etapa cuando tu reloj biológico empieza a sonar y te cuestionas sobre la posibilidad de tener hijos. Además, ella es de la costa y yo he vivido más de 27 años en Lima. Por eso siento que este es mi clima.
En una entrevista dijiste que las mujeres y los hombres percibimos las cosas de manera diferente. ¿Cómo definirías esta ‘sensibilidad femenina’?Creo que es tan sencillo como esto: los hombres no la piensan tanto, no se complican la vida. Las mujeres, en cambio, somos más perceptivas. He tenido que incluir o modificar escenas de la película para que los hombres entendieran. Por ejemplo, hice un focus group para una escena determinada, y me di cuenta de que a los hombres se les pasan detalles sutiles que las mujeres captamos enseguida.
¿Has tenido inconvenientes para proyectar tu película en Lima?Los multicines no quieren películas independientes porque no son rentables, por eso depende del público si “Climas” se queda en cartelera o no. Acá, uno de los pocos espacios donde se proyecta cine independiente es el Centro Cultural de la Católica. Deberíamos tener más salas como esa. El Ministerio de Cultura, en lugar de convocar tantos concursos, debería invertir en hacer salas de cine independiente y cobrar entrada, porque, de lo contrario, se hacen muchas películas que al final nadie ve.
La del estribo¿Piensas rodar otra película en el Perú?El problema es que vivo en Rumania con mi esposo (el cineasta Florin Serban). Si yo quisiera filmar otra película en el Perú, tendría que separarme de él, cosa que vamos haciendo desde hace varios años. Él tiene una productora y quiere que yo haga películas en Rumania. Y bueno, desde que ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín (el 2010), está mucho más encaminado; entonces, hemos elegido establecernos allá.