Creció rodeada de libros. Su padre era escritor y periodista y en su casa no había tantos juguetes como libros. Y ella se divertía cogiendo los ejemplares de la biblioteca. A los 12 años abrió uno titulado “El proceso”. Lo leyó y no entendió nada, pero esa historia oscura y difícil despertó en ella algo que la ha acompañado desde entonces: su pasión por leer. Hoy Clara Elvira Ospina es directora de noticias de Canal N y América, y se empeña por contagiar ese gusto por la lectura a los televidentes peruanos. Primero con “Tiempo de leer” (Canal N), y desde enero con “Leer para vivir” (América). “La diferencia entre uno y otro es la que hay entre una granada y una bomba lanzada desde un avión”, dice. La señal abierta trae públicos masivos, y a eso apunta. “Grabamos un programa —cuenta— sobre “Ser feliz era esto”, una historia preciosa de una chica que busca a su padre. ¿A cuántos peruanos no les pasa lo mismo? Si puedes lograr que la gente haga esa conexión, si puedes hacer que un televidente se enganche y lea ya estamos satisfechos”, afirma esta colombiana que llegó al Perú hace tres años y desde entonces no ha parado de leer.
¿Tienes preferencia por algún género?Mira, me gusta la literatura española y latinoamericana, esa ha sido mi debilidad.
Empezaste leyendo a los grandes maestros del boom.Empecé leyendo a García Márquez porque, bueno, era un pecado no leerlo siendo colombiana. Recuerdo que me hicieron leer en el colegio “Crónica de una muerte anunciada” y luego leí “El coronel no tiene quien le escriba” que es, salvo “Cien años de soledad”, el mejor libro de Gabo. Después leí a Vargas Llosa, aunque nunca a Julio Cortázar…
¿No caíste seducida por “Rayuela”?Es que nunca llegó el libro a mis manos. Mi padre decía “lee lo que te parezca bien”, y mi acceso a los libros, como te digo, fue algo caótico.
¿En qué tiempo lees? [Risas] Yo no leo todos los libros que recomiendo. Mejor dicho, no los leo completos. Pero sí leo todos los libros de los escritores que entrevisto, los de literatura. Si voy a entrevistar a Juan Manuel Robles tengo que leer su novela. Y tiene 447 páginas. Leo mucho en esos tiempos que yo llamo ‘el diluvio’, cuando espero a alguien o en la cama, antes de dormir.
¿Qué escritores peruanos te han sorprendido últimamente?Me gusta Daniel Alarcón; después me sorprendió Jennifer Thorndike. Su novela (“Ella”) me parece espléndida. Es la historia de una mujer de 57 años que habla del día en que se muere su mamá, que tiene 94. Esa mamá que le destruyó la vida y la llenó de odio, es impresionante. También me gustó “Lima Nights”, de Marie Arana...
¿Y algún autor consagrado que te haya decepcionado? No puedo mencionar a ninguno. Lo que pasa es que los lectores nos enamoramos de los escritores y soñamos con conocerlos y cuando eso sucede tal vez alguno nos puede decepcionar. Lo que sí creo, sabes, es que hay una crisis de editores. Creo que hacen falta editores con los pantalones bien amarrados, capaces de decirle a un escritor “quítale 150 páginas a tu libro”. Es natural que los escritores se enamoren de sus palabras, por eso necesitan a alguien que les diga “basta”. Eso falta.
¿Has sufrido alguna vez el machismo que cree que una mujer bonita no es inteligente?Yo creo que los logros de las mujeres son sospechosos en general. Siempre la gente se pregunta qué habrá hecho para llegar ahí. Si un hombre conoce a alguien en una comida es capaz de buscarlo y decirle quiero trabajar contigo, pero si una mujer lo hace genera sospechas. Es más complicado para una mujer ser audaz.
¿En tu caso cómo ha sido?Hay un Nobel de Economía que dice que las razones del éxito son la cuna, la formación y la suerte. Se refiere a lo que viene del hogar, la educación, y a ese toque de Dios que solo llega a quien está preparado. Yo en mi vida he tenido muchos toques de Dios pues estaba en el lugar justo y estaba preparada.
¿Publicarás alguna vez tus cuentos?[Risas] No creo, pero me hace falta, eso sí, decir algunas cosas, pero estoy en una condición complicada: estoy en un puesto de mucha visibilidad y soy extranjera, y eso en el Perú pesa. Mejor me quedo callada.
La del estribo ¿Con qué libro quieres que te coja el diluvio?Durante mucho tiempo pensé que me iría al diluvio con “El llano en llamas” y “Pedro Páramo”, de Juan Rulfo, pero luego se me ocurrió que me iría con “Ensayo sobre la ceguera” de Saramago. Y después, descubrí “El hombre que amaba los perros”, de Leonardo Padura, que es un libro tremendo. No sé, creo que me iría con los cuatro.