Una retórica simple, repetitiva, llena de frases grandilocuentes pero vacías como “hagamos a América grande de nuevo”; una rápida habilidad para acomodar su discurso según las circunstancias (por tanto, un discurso profundamente contradictorio, insostenible); un deseo narcisista de presentarse como el empresario más exitoso, aun cuando a inicios de los noventa (por citar solo un caso) estuvo cerca de la bancarrota al no poder pagar una deuda de tres millones de dólares. A estas alturas, los defectos de Donald J. Trump, el actual presidente de Estados Unidos, son bien conocidos y constantemente repetidos en la prensa estadounidense, lo que ha llevado a que Trump llame fabricantes de fake news (“noticias falsas”) a gran variedad de medios periodísticos. En eso reside, de acuerdo con el periodista de investigación David Cay Johnston, el talento de Donald Trump: no es, como quiere presentarse, un savant de los negocios y las relaciones internacionales. Es, eso sí, un hombre consciente de su imagen pública y de cómo esta construcción afecta su aceptación popular.
* * *
¿Cómo se hizo Donald Trump? es la pregunta que titula el libro de Johnston, ganador del premio Pulitzer, y la respuesta es una larga enumeración de las relaciones de aquel con la mafia y el narcotráfico, de demandas por fraude y evasiones de impuestos. ¿Cómo llegó un hombre a la Casa Blanca en lugar de a la cárcel? Johnston lo explica: una sofisticada capacidad para evitar investigaciones oficiales (mediante una sólida red de contactos), huir a los cuestionamientos directos y amenazar con demandar a los medios que se atrevan a investigarlo (Johnston mismo, en una entrevista a Trump, fue amenazado con ser demandado si a este no le agradaba el reportaje).
El trabajo de Johnston, quien conocía a Trump por 28 años al momento de realizar su investigación, revive vínculos que habían visto la luz pública en Estados Unidos para luego desaparecer sin mayores consecuencias. Uno de estos casos es su relación con el narcotraficante Joseph Weichselbaum. Una vez que fue capturado, el abogado deWeichselbaum buscó trasladar el caso a Nueva Jersey, donde sería juzgado por Maryanne Trump, hermana mayor de Donald. Tres semanas después Maryanne Trump se alejó del caso por ética jurídica. Si bien no se había relacionado directamente el narcotráfico de Weichselbaum con Trump, sí había una relación laboral legal directa: Weichselbaum alquilaba a Trump helicópteros para el transporte en sus casinos. Lo más significativo, sin embargo, es que cuando se reasignó el caso, Trump escribió una carta al nuevo juez en que pedía indulgencia ante la acusación de tráfico de drogas, e insistía en presentar a Weichselbaum como una persona “escrupulosa, sincera y diligente”. Cuando, dos años más tarde, el Departamento de Regulación del Juego de Nueva Jersey cuestionó a Trump por las intenciones detrás del envío de la carta, este primero negó todo. Cuando no pudo seguir rechazando que era su firma, aceptó que él la había escrito, pero negó alguna intención ulterior. El caso no pasó a más.
* * *
El símbolo de su megalomanía, la Trump Tower, la refleja no solo en tamaño (202 metros de altura) y en su intento de parecer más alta de lo que es (la numeración omite los pisos del 10 al 19, llegando al piso 68, a pesar de tener en realidad 58 pisos), sino en el accidentado proceso de su construcción, que refleja dos temas álgidos en su campaña (y de su mandato): su escaso interés por las artes y su relación insincera con los trabajadores.
Para comenzar la construcción de la torre, en 1979, tuvo que demoler los almacenes de moda Bonwit Teller, que llevaban funcionando desde 1929. La fachada de la tienda era considerada una de las más grandes piezas arquitectónicas del periodo del art déco. Por si fuera poco, los trabajos de demolición fueron llevados a cabo por inmigrantes ilegales de Polonia, a los que pagaba cuatro dólares la hora sin darles ningún equipamiento de protección. Los polacos, que dormían al aire libre en medio del sitio de demolición, no contaban con cascos, mascarillas ni guantes, arrancaban cableado eléctrico con las manos y respiraban partículas de amianto, que podían contribuir a la aparición de tumores cancerígenos.
* * *
Si bien la investigación de Johnston fue exhaustiva, no pudo hacer mucho para cambiar las circunstancias políticas del año pasado. En realidad, buena parte de lo que exponía Johnston ya era de conocimiento público, pero Trump había canalizado el descontento de los sectores populares con la clase política, ya había comenzado a construirse una imagen en contra del establishment de los noticieros y los candidatos tradicionales. ¿Cómo se hizo Donald Trump?, sin embargo, es un referente importante para tener consciencia de quién está en el poder en Estados Unidos, y cómo las mismas técnicas que usa para conseguir el apoyo incondicional de las fuerzas conservadoras son ya viejos trucos de su vida como empresario.
El libro
-
Título: ¿Cómo se hizo Donald Trump?Autor: David C.JohnstonEditorial: Capitán SwingPáginas: 226