1. ¿Cómo fueron esos días en Lima ante el arribo de la expedición libertadora? ¿Las élites sentían temor ante la independencia?
Responde la historiadora Claudia Rosas: “Es necesario considerar que la composición de la élite limeña era heterogénea y estaba formada por la nobleza, los grandes comerciantes, la burocracia colonial, los terratenientes, los intelectuales; incluso estos grupos se entrecruzaban. El Consulado de Lima, que agrupaba a los grandes comerciantes, realizó cuantiosos donativos para la contrarrevolución del virrey Abascal. Si bien existió un temor de las élites al arribo de la expedición libertadora que representaba un peligro para su posición social privilegiada, también hubo quienes vieron con buenos ojos la presencia de San Martín y conspiraron, por ejemplo, a través de la correspondencia. Es el caso de Brígida Silva de Ochoa, quien muestra una cara de la participación femenina en el proceso de independencia. Sin embargo, la incertidumbre, el temor y la zozobra ante el arribo de la expedición se manifestaron de diferentes maneras, alimentados por noticias, rumores y falsas informaciones que circularon en la capital. El miedo al levantamiento de la plebe, compuesta por indios, castas, negros y mestizos, junto con la población esclava, llegó a su clímax cuando el virrey La Serna abandonó Lima y partió hacia el Cusco. Asimismo, existía el miedo a una política antiespañola, lo cual no era ajeno a la verdad, pues posteriormente, durante el Protectorado de San Martín, su ministro Bernardo de Monteagudo llevó a cabo una política de expropiaciones y expulsiones dirigida a los peninsulares, que le granjeó el odio de los afectados, como muestran los trabajos de historiadores como Arnaldo Mera y Pablo Ortemberg”.
2. ¿Cuál fue la importancia de las logias?
Responde el historiador Gabriel Cid: “Las logias y sociedades patrióticas se convirtieron en una maquinaria política itinerante altamente funcional para una revolución de dimensiones atlánticas. En efecto, en ausencia de partidos políticos este tipo de sociedades secretas vino a cumplir un rol necesario dada la envergadura de la empresa independentista. Entre sus funciones se cuentan la formación de cuadros políticos y militares; una acción política coherente y de alcance continental; y, por último, su capacidad para surtir cuadros burocráticos ideológicamente afines a la institucionalidad de las nuevas naciones. En ese sentido, eran sociabilidades que tenían la capacidad de migrar con la guerra e instituir en los nuevos territorios una nueva administración política. Así estas sociedades, originalmente fundadas en Cádiz y Londres, a fines del siglo XVIII, cruzaron el Atlántico hasta el Río de la Plata y después arribaron a Santiago y Lima”.
3. ¿Cuál fue el papel de San Martín?
Responde la historiadora Beatriz Bragoni: “La firme convicción de San Martín por la causa de América se puso de manifiesto en 1816 cuando condicionó su obediencia al gobierno de las Provincias Unidas a la reunión de un congreso soberano y a la declaración de la independencia como requisito primordial para modificar el carácter de la guerra contra las fuerzas realistas, y reorientar la estrategia militar por fuera de la jurisdicción rioplatense.
Esa empresa exigía formar un ejército profesionalizado, bien pagado, disciplinado y entrenado para cruzar el macizo andino y librar una sola batalla al pie de la cordillera. Esa construcción de poder local se tradujo en la reunión de recursos e información, el reclutamiento y entrenamiento militar, el regular control de la población, y el conocimiento preciso de huellas, aguadas y pasos cordilleranos.
Asimismo, el manejo de la opinión mediante líderes comunitarios, la red de espías afines a la causa esparcida tras la cordillera y el modo de limitar o vetar a sus adversarios constituyen evidencias de un ejercicio político basado en el cálculo, la oportunidad y en una extraordinaria osadía. Una sincronía de acciones que permite apreciar una ingeniería no solo militar sino sobre todo política. Una política impulsada, sin duda, por el patriotismo revolucionario que habría de reeditarse en la expedición libertadora al Perú. La desvinculación de San Martín de las autoridades rioplatenses en 1820 introdujo más de un dilema al desempeño del ejército en el Perú, y gravitaría decisivamente en la abdicación del protector en 1822 sin haber consolidado la extinción del poder colonial en América del sur”.
MÁS DATOS
Congreso internacional
- El Proyecto Especial Bicentenario realizará el lunes 25 y el martes 26 de noviembre un congreso internacional sobre la importancia de la expedición libertadora de San Martín.
- Participarán historiadores peruanos y extranjeros.
- Lugar: Centro Cultural de San Marcos (parque Universitario s/n, Lima). Ingreso libre.