UNOA partir de la fecha, queda restringido el ejercicio de la política en el Perú para aquellos con hermanos, así como para adultos mayores con arrestos especulativos compulsivos.
Para salvar dicha restricción, se implementarán planes de asistencia sicológica idónea para que ambos colectivos puedan lidiar con sus problemas sin que estos acaben perjudicando a la nación. Al menos no de una manera importante.
En el primer caso, un sesudo programa de manejo de ira fraterna, acompañado por actividades recreativas tales como box, tiro al blanco, lanzamiento de dardos y bailes afroperuanos proveerán la descarga necesaria de esa carga de resentimiento consanguíneo.
Para los adultos mayores con dependencia a la acumulación de patrimonio, habrá cursos intensivos de ética y moral, intercalados con juegos de bingo y seminarios de control de esfínteres.
Para los casos más severos, se ofrecerá un sistema de devolución de impuestos contra la construcción de piscinas de dinero privadas, a lo Tío Rico McPato, para que naden a placer entre el metal sin hacerle daño a nadie.
DOSTodo ciudadano se verá obligado a portar permanentemente, ya sea mediante correaje o prótesis, una cámara de video escondida. Esto permitirá el cotejo permanente y maniático de una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Se da por descontado la indefectible ruina de la mayor parte de las amistades, romances y reputaciones en virtud de la brecha entre ambos ámbitos de la existencia. La desgracia generalizada saneará drásticamente las relaciones humanas. Nadie creerá en nadie, y se reducirán al mínimo las posibilidades de la desilusión.
La fuente de poder de estas cámaras personales se sustentará en baterías recargables. Para reforzar el postulado de esta etapa de la historia peruana —“todo es una mierda”—, las baterías se alojarán en el orificio corporal de preferencia del ciudadano.
TRESLa gastronomía peruana verá enriquecida su ya amplia oferta de delicias con un nuevo rubro. Este será el “almuerzo de la concha su madre”1.
El “almuerzo de la concha su madre” se instaurará en una variante que hable de tú a tú con la pachamanca y cualquier otra culinaria regional. Si bien la cocina peruana ya calificaba como de puta madre, el “almuerzo de la concha su madre” supondrá por lo menos un par de grados por encima de esa consideración. Además, necesariamente deberá tratarse de un preámbulo digestivo previo o simultáneo a un acto delictivo.
Dos requerimientos mínimos finales confirmarán la categoría en cuestión:
1) El “almuerzo de la concha su madre” será tal siempre y cuando este sea precedido de bocaditos que sean ingeridos entre sonrisitas pícaras ante el riesgo de cárcel.
2) El “almuerzo de la concha su madre” será tal siempre y cuando la consumación simbólica del mismo se marque mediante sonoro y profundo eructo final, materialización acústica del dolo que habrá de reverberar al interior de la Cripta de los Héroes hasta el Bicentenario de la República.
Notifíquese, comuníquese, publíquese y cúmplase.
1. Transcripción de uno de los kenyi/keiko videos:Guillermo Bocángel: Te recibe Fujimori, te dice: “Apóyame, quiero que me apoye (en) mi libertad”. Luego te recibe el presidente de la república, ¿qué más? Almuerza con el presidente de la república y te va a decir tal y tal. ¿Qué más confianza? ¿O vas a desconfiar?Kenji Fujimori: Además, es un almuerzo de la concha su madre.Guillermo Bocángel: Así es, primero te sirve piqueíto y después ya viene el almuerzo.