Hay dos palabras que definen la pasarela de Ana María, estas son la sensualidad y la sofisticación a su máximo esplendor. Al comenzar, la escenografía se matiza de negro y se entona el sonido del jazz, al ritmo de la orquesta ‘Pink Martini’. De pronto, se ve desfilar a Pamela Santa Cruz, el rostro principal de la edición pasada del LIF Week. Ella luce una blusa de gasa y un pantalón palazo a la cintura de color celeste pastel. Definitivamente un look perfecto para días de verano.
La colección está hecha para mujeres románticas y sofisticadas. Así se pudo comprobar con cada prenda que se lucia bajo los reflectores. Guiulfo comentó al diario lo siguiente: “Mi colección está inspirada en una ‘it girl’ sofisticada y culta que viaja constantemente para descubrir nuevos lugares, con el fin de disfrutar de la vida”.
Ana Maria fue la diseñadora que cerró la primera noche del LIF Week primavera-verano 2020. Ella fue muy meticulosa, pues cada tenida estuvo perfecta de pies a cabeza. Las modelos lucían vestidos y trajes que hacían combinación con las sandalias de moño. Estos, tenían un tacón ligero que estilizaban la silueta y eran de colores llanos como de estampados.
Las modelos que desfilaban por el ‘catway’ hacían una pausa para sorprender a los espectadores con poses de elegancia y delicadeza. Asimismo, a lo largo de la colección predominaban los vestidos asimétricos con varias capas y volúmenes, los palazos, los monos, los conjuntos estaban compuestos por faldas midis y blusas ‘off sholders’ con el mismo estampado floral. Todos bañados en colores pasteles como el morado, el verde y los prints florales. Estas fueron algunas de las tonalidades que propone Guiulfo a este desfile colorido y primaveral.
Las palabras que envuelven el concepto de la colección de Ana María son el estilo romántico, sofisticado y femenino.