El consumo excesivo de bebidas alcohólicas, así sean legales o clandestinas, es pernicioso para la salud. Según Milton Rojas, especialista del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro), en el país hay más de 500 mil alcohólicos. Lo que preocupa es que de esta cantidad, el 15% son jóvenes que tienen entre 14 y 25 años.
“Es cierto que las bebidas adulteradas representan un gran riesgo. Pero no hay que olvidar que las investigaciones más serias sobre la accidentabilidad y criminalidad asociadas al consumo de licor se hicieron con alcoholes legales. La violencia y el descontrol tienen que ver con el organismo y la vulnerabilidad de cada persona”, manifiesta Rojas.
Según el Observatorio Peruano de Drogas, en el 27,9% de denuncias por maltrato contra la mujer registradas en el 2012 el agresor estaba ebrio. En contraste, solo en el 0,92% de veces el agresor había consumido una droga ilegal. Asimismo, el 11% de accidentes de tránsito ocurridos en el 2012 en el país fue causado por ebriedad.
Rojas señala que se ha comprobado que el consumo precoz de licor lleva a la adicción y daña el cerebro de los adolescentes. Los jóvenes son más vulnerables al alcohol debido a que su desarrollo neuronal no concluye sino hasta casi los 20 años. “Tiene que cambiar la idea de que el licor es menos nocivo que las drogas ilegales. Este trabajo tiene que empezar en las familias”, dice Milton Rojas.
El Ministerio de Salud recuerda que el consumo prolongado de alcohol provoca cirrosis, pérdida de memoria, úlceras, anemia, coagulación defectuosa, deterioro de la función sexual, depresión y daño cerebral.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren aproximadamente 2,5 millones de personas en el mundo por efectos del alcohol.