La pequeña de 8 años que perdió la vida tras sufrir graves lesiones por la explosión de una instalaza que manipuló en la azotea de su casa, encontró el arma de guerra en un descampado conocido como Cruz de Hueso, en San Bartolo.
Según fuentes policiales consultadas por El Comercio, las inmediaciones donde ahora se encuentra el club Cruz de Hueso era, en la década de 1990, una zona de entrenamiento del Ejército. En este lugar se hacían operaciones militares donde se empleaba armamento contra tanques blindados.
De acuerdo a nuestra fuente, en el lugar habría quedado rezagado material de guerra como las instalazas que encontró la menor. Las instalazas son rocket ( pequeños explosivos a propulsión) antitanques que pueden ser disparados desde armas especiales.
Personal de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) detalló que la menor y el joven de 17 años hallaron dos instalazas abandonadas. Ellos las llevaron a la azotea de su casa y, al tratar de quitar una parte de aluminio para reciclarlo, activaron la bomba que tiene la potencia de una mina antipersonal.