Tanto la Municipalidad de Lima como la constructora OAS admitieron que el estudio de interferencia de vías utilizado para sustentar el plan de desvíos por la obra del by-pass de 28 de Julio fue plagiado parcialmente. Sin embargo, la gestión de Luis Castañeda y la constructora acusaron a una tercera empresa, Transalvi, de haber cometido el plagio por el cual se le pagó S/.20 mil.
La @MuniLima y OAS admiten plagio en by-pass pero culpan a otra empresa http://t.co/kqK3dhz8tU pic.twitter.com/ZKZwdepRqQ— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) Mayo 13, 2015
El gerente general de Transalvi E.I.R.L. es el ingeniero Yenan Santiago Alvarado Villanueva. Según el propio gerente de Comunicación Social y Relaciones Públicas de la Municipalidad de Lima, Ítalo Quispe, es un ex trabajador de la Gerencia de Transporte Urbano (GTU) de la gestión de Susana Villarán.
Lo que Quispe omite es que Yenan Alvarado, a cargo del estudio del by-pass de 28 de Julio, laboró en la GTU desde el 2004, durante las dos gestiones previas de Luis Castañeda.
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Según el registro de trabajadores CAS de la Municipaldiad de Lima, Yenan Alvarado Villanueva trabajó desde el 2004 en la comuna.
El ingeniero tenía a su cargo la evaluación de estudios de tránsito y transporte. Ganaba en ese puesto S/. 2.800 según documentos oficiales de la gestión pasada de Luis Castañeda.
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Registro de trabajadores CAS de la Municipalidad de Lima de Junio del 2014.
Su participación en la Municipalidad de Lima se prolongó hasta, por lo menos, la primera semana del 2015, aseguraron a El Comercio ex colaboradores de la GTU. Un mes después, en febrero de este año, la empresa de Yenan Alvarado presentó el estudio de interferencia de vías para la obra del by-pass de 28 de Julio, a pesar que la ley de incompatibilidad funcional (Ley 27588) se lo impide.
“La Ley prohíbe que una persona, directamente o como titular de una empresa privada, preste servicios a la entidad estatal en la cual ha laborado, sobre temas que han sido de su competencia. Este impedimento se aplica durante un año posterior al cese de su contrato”, precisa el abogado Lino de La Barrera.
“Hay varios indicios que nos señalan que es una persona de confianza al entorno del alcalde [Castañeda]. Pareciera que hay un conversado con OAS para que haya encargado el estudio a la empresa [Transalvi], para hacer un expediente 'a medida'”, opina el regidor Hernán Núñez.
Al analizar el polémico estudio se observa que la toma de datos (conteo de flujo vehicular) se hizo el 12 diciembre del 2014, cuando Castañeda no asumía la alcaldía y, se supone, Yenan seguía trabajando para la municipalidad.
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Según De La Barrera, la GTU debió denunciar esta irregularidad. Por el contrario, dio su visto bueno al plan de desvíos hecho en base al informe de Transalvi.
Para el municipalista Julio César Castiglioni, también se podría hablar del delito de colusión. “La empresa OAS se interesó en determinado profesional que al haber trabajado para la municipalidad ha tenido acceso a información privilegiada y, en consecuencia, elaboró un estudio que fue hecho suyo por la municipalidad”.
El Comercio llamó por teléfono a Yenan Alvarado, pero al pedir su descargo la persona que contestó dijo ser su primo, que el ingeniero había dejado olvidado su celular y colgó.