En lo que constituye un hito histórico para la Marina de Guerra del Perú y para la industria naval, el submarino B.A.P. “Chipana” fue puesto a flote tras culminar su proceso de recorrido y modernización, quedando listo para su retorno al mar y dar inicio al protocolo de pruebas correspondiente.
El acto se realizó el 27 de diciembre, en las instalaciones del Servicio Industrial de la Marina – Callao, en presencia del ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta; la ministra de la Producción, Ana María Choquehuanca de Villanueva; el comandante general de la Marina, Almirante Luis Polar Figari; el jefe del Estado Mayor General de la Marina, Vicealmirante Ernesto Colunge Pinto; autoridades navales, civiles, personal del referido astillero naval, entre otros invitados.
El titular de Defensa, con un ¡Bravo Zulú! felicitó a la Marina de Guerra del Perú y al personal del Servicio Industrial de la Marina por hacer realidad este proyecto que prestigia al país y le permitirá cumplir sus roles en el ámbito de la defensa nacional; así como, fortalecer la industria nacional, generando desarrollo y bienestar a los peruanos.
La modernización del B.A.P. “Chipana” se enmarca en el proyecto de inversión “Recuperación de la capacidad submarina en el teatro de operaciones marítimas”, que contempla la modernización de cuatro sumergibles de la clase “Angamos”, incluyendo su casco, equipos de propulsión, auxiliares, sistemas, acomodación entre otros servicios, con el objeto de potenciar las capacidades operacionales del arma submarina para el cumplimiento de la misión encomendada.
Este trabajo de gran envergadura y trascendencia nacional, por haberse realizado por primera vez en el Perú, fue obra del Servicio Industrial de la Marina con asistencia técnica del astillero alemán Thyssenkrupp Marine Systems, que ha comprobado el alto nivel técnico del personal simista y su capacidad para la ejecución de proyectos de envergadura.
Como se recuerda, al comenzar la segunda década del presente siglo, los cuatro submarinos alemanes de esta clase, de 1,200 toneladas, contaban con treinta años de servicios sin habérseles efectuado un proceso de mantenimiento mayor, que implicara el corte del casco resistente de la unidad y el retiro de sus principales componentes para su recorrido integral o reemplazo; por otro lado, los equipos electrónicos se encontraban con un grado de obsolescencia técnica.
Cabe destacar el compromiso asumido por el Alto Mando Naval para cristalizar el proyecto, que no solo permitió ampliar las capacidades del Servicio Industrial de la Marina-Callao, sino también reparar varias unidades al mismo tiempo, con el consecuente aumento de la productividad, disminución de tiempos y mejores retornos de la inversión, contribuyendo a la creación de puestos de trabajo y al desarrollo de la industria nacional.
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