La pareja Arbulú-Guerrero ya se había dado el sí. Habían elegido San Valentín para sellar su unión y la fiesta ya estaba totalmente planeada. El local contratado fue el salón de recepciones Rovic, ubicado en la cuadra 16 de la avenida Bolívar, en Pueblo Libre.
Sin embargo, la celebración estuvo a punto de frustrarse por la colocación de unos muros de concreto colocados por personal de Fiscalización de la Municipalidad de Pueblo Libre.
Los fiscalizadores indicaron que el local no tenía autorización para operar en ese horario. No obstante, el dueño del local Lucio Moreano Marticorena aseguró que su licencia está vigente. Al final la pareja pudo celebrar su matrimonio.