Subir al cerro San Cristóbal como lo hace cualquiera que va a la cima en coasters turísticas, luego de ser captado por jaladores en la Plaza de Armas, es, literalmente, un rápido vía crucis.
Por S/.5 se adquiere el derecho a un asiento en una de esas unidades cuyos choferes dicen tener permiso de la comuna capitalina para llevar pasajeros hasta la cruz y devolverlos luego a los alrededores de la plaza.
Los jaladores anuncian que son 15 minutos de ida, media hora en la cima y otros 15 minutos de retorno. Sin embargo, en la semana anterior a Semana Santa El Comercio comprobó que en realidad desde que uno sube a la coaster pasan cerca de 45 minutos hasta que esta recién emprenda el viaje. Primero debe llenar los asientos vacíos dando vueltas interminables a la Plaza de Armas. Y arriba, el turista en realidad cuenta con 20 minutos para dar una mirada de 360 grados a la ciudad y tomarse fotos.
El asfalto es bueno en la ruta. Hoy hacen falta barandas y guardavías solo en un lado de la pista, en unos 40 metros, en el último envión hacia la cruz.
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El municipio del Rímac pintó la cruz del cerro San Cristóbal, a 400 m de altura, por la peregrinación que se llevará a cabo hoy por Semana Santa. En el resto del año, la limpieza en el área es esporádica.
Al ritmo del limitado relato de un guía, también se observa que los accesos peatonales a la cima –escaleras para valientes– carecen de barandas en casi todos sus tramos. ¿Y la seguridad? Los pobladores afirman que esta ha mejorado luego de que en enero el Ministerio del Interior dispusiera la presencia permanente de agentes en la zona de Leticia, en la falda del cerro. Personal de la Policía de Turismo está presente también en la cima, donde un pequeño museo administrado por el Ministerio de Cultura e inaugurado en 1997 exhibe fotos de varias zonas de Lima y de la evolución de la ciudad.
Quema y montículos de basura se observan en ciertos ángulos de la ruta, y en la cima, desperdicios pululan movidos por el viento cerca de la cruz. Además, los turistas nacionales y extranjeros que prenden velas al pie de la cruz no cuentan con un sitio donde almorzar, y los que suben a pie no hallan bancas para descansar.
Alrededores del #CerroSanCristóbal terminaron llenos de basura http://t.co/VktMFlZADE pic.twitter.com/eUTVRjXTgV— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) abril 19, 2014
URGE INTERVENCIÓN
Por ser el mirador de Lima por naturaleza, el cerro San Cristóbal, ubicado entre el Rímac y San Juan de Lurigancho, merece ser puesto en valor. “Estamos hablando del apu de Lima, y Lima como ciudad no ha cuidado a su apu. Ha dejado que el área urbana se desborde y se pegue a sus faldas casi de manera informal. Esa área debe ser mejorada, sin sacar las casas, pero sí ejecutando un plan de renovación urbana”, dice la arquitecta Silvia de los Ríos, coordinadora del Centro de Investigación, Documentación y Asesoría Poblacional (Cidap).
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Faltan barandas en las escaleras del San Cristóbal. El alcalde del Rímac, Enrique Peramás, dice que corregirá esta falencia. “No atendí el cerro en la gestión pasada porque el distrito tenía otras prioridades”, afirma.
ALTERNATIVA DE SOLUCIÓN
Luego de que el 22 de enero pasado, la Municipalidad de Lima resolviera un contrato con Operadora de Teleféricos S.A.C. para la implementación de un teleférico entre el San Cristóbal y el Parque de la Muralla, lo que seguramente derivará en un arbitraje, la Municipalidad del Rímac elabora de la mano con una consultora un proyecto llamado regeneración integral del cerro San Cristóbal.
“Como pasó en el cerro Santa Ana de Guayaquil, queremos arreglar el camino peatonal, mejorar los espacios públicos de acceso por Huerta Guinea, Villa Fátima, Villa María, Piedra Liza y Leticia; la iluminación, la limpieza”, indica Enrique Peramás, alcalde del Rímac.
Asegura que después de Semana Santa solicitará a Lima la cesión en uso de la cima del cerro. Su distrito administra la parte del cerro que mira al Cercado. La espalda pertenece a San Juan de Lurigancho. “Planeamos que haya restaurantes, parqueo y muchos servicios en el cerro. La inversión no bajaría de S/.15 millones. El SNIP estaría para julio. Ojalá contemos con el apoyo del Ejecutivo y del sector privado. La obra debería hacerse en el 2016”, agrega el alcalde Peramás.
El proyecto no contempla el teleférico. “Los gruesos cables de un teleférico competirían visualmente con el cerro. Tal vez sería mejor un funicular. Pero el cerro sí debe estar conectado a la superficie del Centro Histórico”, indica De los Ríos, del Cidap.
Pese a nuestro pedido, la Municipalidad de Lima no comentó este tema. En tanto, María Córdoba, directora de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, aclara que, por ser zona monumental, toda intervención en el San Cristóbal deberá contar con el permiso de su sector. “Los concejos son los llamados a mejorar el cerro y su entorno”, subraya Córdoba.
MÁS DATOS
Historia prehispánicaEl San Cristóbal era un cerro en el que los pobladores del curacazgo de Taulichusco realizaban pagos a la tierra. Lo consideraban su apu.
La cruzLa primera cruz del cerro era de madera y fue destruida por los incas en 1536. Luego Francisco Pizarro ordenó que se pusiera otra.
IdentificaciónSegún una encuesta de El Comercio de enero del 2014, el 22% de limeños considera que el cerro San Cristóbal representa más a Lima. Otros íconos de la ciudad para los capitalinos son el Circuito Mágico del Agua (41%), la Plaza de Armas (41%), la Catedral (35%) y la Costa Verde (24%).
Más orden“El traslado de turistas a la cima en coaster debe ser más ordenado”, dice Silvia de los Ríos, del Cidap.