A medida que se van acercando las elecciones regionales y municipales del 5 de octubre, las pancartas de candidatos van copando el espacio de Lima, aunque cada distrito sea el encargado de regular y fiscalizar esta actividad, el trabajo es deficiente y no se respetan las normas.
En Miraflores se aprecian carteles inclinados hacia uno u otro lado, en vías aledañas y en la propia avenida Arequipa. En San Borja no está permitido que una agrupación tenga más de dos pancartas en un mismo espacio. Mientras que en Surco se puede ver propaganda correspondiente al distrito de San Isidro.
Una resolución del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) del 2010 indica que los gobiernos provinciales y distritales tienen la competencia de regular la ubicación de propaganda electoral. Asimismo, la ordenanza 970 del 2006, de la comuna limeña, prohíbe la colocación de paneles electorales en postes de alumbrado público o de teléfono.
“La ciudad está totalmente contaminada visualmente, y el proceso electoral contribuye a ello. Debería haber una sola autoridad que regule este tema”, indica el urbanista Guillermo Guevara Yábar. Con él coinciden diversos especialistas consultados por El Comercio, para quienes una sola institución debería velar por la forma como los carteles de propaganda son colocados en la capital.
El especialista en derecho municipal, Julio César Castiglioni señala que debería existir una nueva normativa que reglamente los tamaños de las pancartas de los candidatos. “Es obligación de las municipalidades revisar la propaganda electoral, pero con tantos alcaldes que postulan a la reelección es poco probable que estos fiscalicen la suya. Existe un vacío”, indicó.
Más información en nuestra edición impresa.