En horas punta, abordar un bus del corredor Javier Prado – La Marina – Faucett, también conocido como corredor rojo, puede tardar más de media hora. Incluso algunos pasajeros manifiestan que el tiempo de espera llega a los 50 minutos, especialmente en los paraderos de la Av. Javier Prado.Esta situación genera gran malestar en quienes no tienen otra opción para movilizarse hacia sus trabajos o centros de estudio. El pasaje cuesta S/1.70 en esta ruta.Como se recuerda, a fines de abril el corredor Javier Prado – La Marina – Faucett también blanco de cuestionamientos por la pésima ubicación de sus paraderos. El Comercio comprobó que las estructuras de metal impedían el paso de los transeúntes y los obligaba a caminar sobre la pista. Incluso uno de los paraderos estaba dentro de un parque enrejado.Ante ello, la Municipalidad de Lima, a través de Pro Tansporte, culpó a las empresas Consorcio Los Ángeles y Alvac SAC por la instalación de los paraderos “sin autorización”. Finalmente, ocho funcionarios de Pro Transporte, entre ellos el gerente general de esa entidad, Luis Antonio Robles Recavarren, fueron destituidos de sus cargos.
Según la encuesta Lima Cómo Vamos 2016, solo el 9% de limeños usa auto propio para trasladarse hacia el trabajo y centros de estudios, porcentaje que no ha cambiado en siete años.Por otro lado, el 60,4% utiliza transporte público tradicional (buses, coasters y combis), mientras que el 9,6% se moviliza en transporte público formal, que incluye al Metropolitano (4,9%), el metro de Lima (3,1%) y los corredores complementarios (1,6%). El mismo estudio señala que el 24% de limeños encuestados demora al menos dos horas diarias en sus viajes de ida y vuelta para ir a trabajar o estudiar. En el Callao, el porcentaje de personas que pierde al menos dos horas al día en lo mismo sube al 28,7%.