Desde muy temprano, en el Polideportivo de San Borja, un grupo de deportistas se entrenan al máximo. Su sueño: poder representar al Perú en unas olimpiadas. Si bien hoy corren, juegan fútbol y voley, hace algunos años esto era imposible para muchos de ellos.
Ñurka Vigil Benavente, Presidenta de la Asociación Nacional de Pacientes en Diálisis y Trasplante (ANPADYT), cuenta que después de un transplante muchos pacientes “vuelven a nacer”.
“Antes vivíamos en una máquina dialisándonos cuatro horas, tres veces por semana. Ahora solo tomamos nuestras pastillas, y hacemos un tratamiento”, indicó a El Comercio.
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Previo a las olimpiadas, los participantes realizaron un calentamiento conjunto. (Foto: Lino Chipana)
RUMBO A ARGENTINALa Presidenta de la Asociación Nacional de Pacientes en Diálisis y Trasplante nos cuenta que el objetivo de participar en las Olimpiadas de Deportistas Transplantados Argentina 2015 es demostrar a la población que, después de una donación de órganos, la persona se reinserta en la sociedad y hace una vida normal.
“Aquí estamos personas que se han transplantado corazón, riñon, hígado, córnea. Esta es la primera vez que personas que se han hecho transplantes se reúnen para asistir a evento deportivo de tal importancia”, indicó.
Un caso ejemplar es el de Valeria Ceballos, a quien trasplantaron un riñon hace 11 años.“Puedo decir que ha sido la mejor experiencia de mi vida”,sostiene. “Luego de dejar las diálisis valoro más todo y esta experiencia me cambió. Ahora me dedico al deporte, pues ahora tengo que estar más saludable”, manifestó.
“Lamentablemente, por cada millón de habitantes solamente tenemos tres donantes. Somos los últimos en la región. Argentina y Uruguay están en los primeros puestos. Hay mucho desconocimiento. Si una persona o sus familiares deciden donar pueden salvar hasta siete u ocho vidas”, concluyó.