En los penales de Lima y Callao ya no hay espacio para más presos. Según el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), las cárceles de la capital y del primer puerto tienen capacidad para 16.216 internos pero ahora albergan a 38.688.
Hace una semana, el jefe del INPE, Julio Magán Zevallos, reconoció esta realidad. “Los penales son una bomba de tiempo”, dijo.
¿Desde cuándo se usarán grilletes electrónicos en el Perú? http://t.co/zwmoqc0iRV pic.twitter.com/FtRfIManPI— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) julio 5, 2014
En declaraciones a El Comercio, el funcionario precisó que una de las alternativas para reducir la población penitenciaria es implementar la Ley de Vigilancia Electrónica Personal, que norma desde el 2010 el uso de grilletes electrónicos.
Según prometió Magán, este sistema se pondría en marcha a más tardar en junio de este año en Lima y Callao, como un proyecto piloto que luego se extendería a otras regiones. De ser así, procesados y sentenciados cumplirían su pena fuera del penal, utilizando tobilleras o muñequeras electrónicas para ser vigilados todo el tiempo desde centros de monitoreo.
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CONSORCIO E INVERSIÓN
En agosto del 2015, la Agencia de la Promoción de la Inversión Privada (Pro Inversión) declaró de interés la iniciativa privada sobre vigilancia electrónica personal (grilletes electrónicos), que presentó el Consorcio Global Seguridad. Este proyecto, que incluye la entrega de los aparatos y el monitoreo de quienes los utilicen, fue adjudicado el último 19 de enero a dicha firma.
De acuerdo con la evaluación del proyecto hecha por Pro Inversión, el consorcio deberá invertir US$9’204.390 en la implementación del sistema, sin incluir el Impuesto General a las Ventas (IGV).
Quienes se acojan a este sistema deberán pagar S/281 por la instalación y un monto diario de unos S/18.
¿QUIÉNES PODRÁN ACCEDER?
Según el reglamento para la implementación de la vigilancia electrónica personal, solo podrá acceder a este beneficio aquel procesado o condenado que anteriormente no haya sido sentenciado por delito doloso.
“Si su pena [del interno] es menor de ocho años puede acogerse a la comparecencia [vigilancia electrónica personal]”, explicó Magán.
En el 2015, el INPE registraba 14.050 procesados y 5.311 sentenciados en Lima con condenas de cinco años a menos. Por ejemplo, este número de internos podría solicitar la adquisición de grilletes porque cumple uno de los requisitos fundamentales: el tiempo de su condena es menor a ocho años. No obstante, el delito que hayan cometido también debe calificar como leve.
Para ser beneficiario, los internos (o a través de sus abogados) deben solicitar al juez acogerse a la vigilancia electrónica personal. Tras ello, el magistrado les dará a conocer cuáles son las reglas a seguir y cómo funcionan los equipos.
El juez determinará la modalidad que se aplicará para cada persona. Una es la vigilancia electrónica con restricción al perímetro del domicilio y hay un segundo caso que permite el tránsito restringido. Este último se otorgará a quienes trabajen o estudien.
Según la Ley de Vigilancia Electrónica Personal, se dará prioridad a procesados o condenados mayores de 65 años, a quienes sufran enfermedades graves o adolezcan de discapacidad física permanente que afecte su capacidad de desplazamiento. También a mujeres en el tercer trimestre de gestación y a madres que sean cabeza de familia con hijos menores.
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