ELIZABETH SALAZAR
Unidad de investigación
Una insólita sentencia ha remecido al Ministerio de Justicia y a los notarios del país, pues ordena que una fedataria de Puno ocupe una plaza en Lima sin pasar por concurso de méritos, como lo indica la ley. La beneficiada es la notaria Asunción Ponze Cuba, y obtuvo el fallo tras demandar su derecho a la “unidad familiar”, es decir, poder trabajar cerca de su esposo.
Ella postuló cuatro veces a una plaza en Lima, sin éxito. En paralelo enjuició al ministerio por un presunto vacío legal en la Ley del Notariado, pues textualmente no dice que el traslado de un notario está prohibido.
El caso se complica pues ya son 18 los notarios que han pedido su cambio a Lima o a capitales de provincia, argumentando lo mismo: unidad familiar. “Es un pésimo precedente que distorsiona el ingreso a la función notarial. Ellos no son funcionarios públicos. ¿Cuándo se ha visto que una empresa asigne a su empleado cerca de su casa por orden judicial?”, dice Roxana del Águila , presidenta del Consejo del Notariado, órgano del Ministerio de Justicia.
SU ESPOSO Y EL JUEZEl abogado de Ponze es su esposo Gino Yangali Iparraguirre, vocal de la Corte Superior de Lima y hasta hace poco miembro de la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA). La Ley de Carrera Judicial impide a los magistrados “defender, salvo en causa propia, a su cónyuge”. Yangali dice que el objetivo era una causa propia: reunir a su familia y “eso no está prohibido”.
Sin embargo, la demanda cayó en manos conocidas. El recurso de casación que en el 2012 confirmó la sentencia fue sustentada por Eduardo Irivarren Fallaque, juez con quien Yangali trabajó dos veces en la Tercera Sala Laboral de Lima; y lo firmó Elina Chumpitaz, con quien dirigió la Segunda Sala Laboral. “El mundo judicial es chico, pero eso no significa que yo haya intercedido. Si tuviera vara, este juicio no hubiera tardado tanto”, agrega Yangali.
La Ley del Notariado dice que solo se accede a la función notarial tras un concurso público y no se puede ejercer fuera de la plaza obtenida. El Comercio pudo conocer que el presidente del Poder Judicial, Enrique Mendoza, envió un escrito a la OCMA para alertar de posibles irregularidades en el fallo.
En la demanda Ponze fue específica: pidió ir a Miraflores, distrito donde vive su familia y una de las plazas del sector A-B donde se mueven unos S/.100 mil al mes. “Este es un caso de discriminación pues soy de Puno. Dijeron que si mi plaza es como un auto Kia no puedo pretender un Mercedes. Mi objetivo no es económico. Tengo derecho a la unidad familiar, solo que ningún notario lo había pedido”, sostiene.
En enero del 2013 el Consejo del Notariado acató el fallo que pedía dar a Ponze “una plaza en Lima” similar a la que tenía, y le asignaron Pucusana. Ella se opuso por la distancia y los pocos clientes que hay. El Poder Judicial le dio la razón. La enviaron a San Juan de Miraflores y tampoco aceptó porque “no es ni colindante con Miraflores”.
Finalmente, en junio le dieron Miraflores. El decano del Colegio de Notarios de Lima, Enrique Becerra, se niega a recibirla porque dice que su gremio no fue incluido en el juicio y ha presentado un amparo que podría regresar el caso a fojas cero.
En Lima hay 141 notarios. Sus miembros son casi vitalicios y sus sueldos dependen del número de clientes. También por esto se han crispado algunos notarios con esta sentencia.