La ruta troncal del corredor Javier Prado - La Marina, que opera en etapa de prueba entre el óvalo de Huarochirí y la frontera con el Callao, podría extender su recorrido hasta el aeropuerto internacional Jorge Chávez para aumentar la cantidad de pasajeros (hacer más rentable el sistema) y lograr así la integración entre ambas provincias.
Esta es la propuesta que el consorcio Expreso Javier Prado, uno de los dos operadores de buses del referido corredor, ha presentado a Pro Transporte durante las reuniones de trato directo, con miras a mejorar el servicio.
#CorredorJavierPrado: así fue reinicio de la etapa de prueba http://t.co/LDxzpVLYtw pic.twitter.com/swgnzLHeER— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) abril 26, 2015
Un plan similar tiene el operador Javier Prado Express para evitar que empresas autorizadas por el Callao interpongan acciones de amparo por el retiro progresivo de sus unidades, situación que pondría en jaque la reforma del transporte en dicho eje vial.
“El primer riesgo que debemos eliminar es una medida cautelar de un juez de Ventanilla. Eso entramparía la concesión, detendría la operación y afectaría a los usuarios”, dijo a El Comercio su asesor legal Fabricio Orozco.
Pero veamos en qué consisten sus propuestas.
SERVICIO ALIMENTADOR CHALACO
El diseño del corredor Javier Prado - La Marina solo contempla rutas alimentadoras en la zona de Manchay, mas no en el extremo oeste. “A cambio de que los buses azules lleguen al aeropuerto, el Callao tendría el servicio de alimentadores que se conecten con la troncal en Faucett con La Marina, Faucett con Colonial y en el aeropuerto”, explicó a El Comercio Ángel Mendoza, representante de Expreso Javier Prado.
El patio de maniobras estaría ubicado a la altura de las avenidas Faucett y Canta Callao, donde hay espacios disponibles para patios de maniobras.
Estos alimentadores, que deberían operar con las mismas condiciones técnicas que los buses azules, solo podrían circular dentro del primer puerto y la municipalidad chalaca se encargaría de entregar las rutas a través de licitaciones o autorizaciones. Ambas comunas tendrían que articular la parte operacional: frecuencias, horarios y tarifa.
“Actualmente, el corredor Javier Prado tiene 20 kilómetros de ida y 22 de vuelta. De llegar al aeropuerto su recorrido aumentaría en 5 kilómetros, lo que podría subir la demanda en un 15%, considerando que la demanda proyectada para la etapa de operación es de 600 mil viajes diarios”, detalló el empresario.
COEXISTENCIA DE RUTAS
Para Fabricio Orozco, de Javier Prado Express, son dos los esquemas mediante los cuales se podría solucionar el problema con el Callao. El primero es la coexistencia, a través de convenios, de consorcios de ambas provincias en el mismo corredor, lo que -según el abogado- supone duplicar la cantidad de pasajeros diarios.
“Si se nos permite llegar hacia el primer puerto puede haber coextistencia de autorizaciones o concesiones para que uno o dos operadores del Callao comparta con nosotros ese millón de pasajeros diarios. Las empresas del Callao tendrían que regularse según las especificaciones de nuestros contratos de concesión”, señaló.
La otra alternativa es que el Callao implemente su propia ruta troncal, que circule únicamente en su jurisdicción, y que el trasbordo a los buses azules se realice en la avenida Faucett. “Cualquiera de esas dos fórmulas pasan por la negociación y solución técnica a la que tengan que llegar las autoridades de ambas comunas”, dijo.
El gerente de Transporte Urbano de la Municipalidad Provincial del Callao, Miguel Gonzales Huapaya, evitó pronunciarse hasta recibir un informe técnico de la Municipalidad de Lima. El Comercio también buscó la versión de Pro Transporte sin obtener respuesta. Sin embargo, según Ángel Mendoza, los funcionarios de Pro Transporte expresaron que las propuestas coinciden con los planes del municipio.