Desde noviembre del 2016, el Poder Judicial, la Municipalidad de Comas y el Ministerio Público están envueltos en un embrollo legal por la demolición de un mausoleo donde están los restos de siete personas, acusadas de terrorismo, que murieron en el penal de El Frontón, durante el primer gobierno aprista.
El alcalde de Comas, Miguel Saldaña, asegura que “nadie quiere comprarse” el pleito del traslado de los siete féretros a diferentes espacios del cementerio ubicado en Comas, y de la destrucción de esa sepultura construida en un área de 35 metros cuadrados. “El objetivo es evitar que todos estén juntos para que no haya actividades reivindicativas donde pueda haber apología del terrorismo”, recalca.
La controversia sobre el mausoleo –donde hay 50 tumbas– empezó en julio del 2016, cuando la fiscal superior Luz Ibáñez solicitó a la Municipalidad de Comas que exonere del pago por entierro y construcción de nichos a los familiares de esas siete personas. La magistrada hizo ese pedido basada en la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el Perú, sobre la matanza en El Frontón. “La corte dispuso al Estado del Perú que se busque y entregue estos cuerpos, otorgándoles incluso sus nichos. No hace distinción de si fueron terroristas o no”, ha sostenido la fiscal a modo de defensa.
El 3 de noviembre del 2006, el Poder Judicial (PJ) determinó que el traslado de los ataúdes es un asunto que compete solo a la municipalidad y que la fiscal Ibáñez “debe ejercer control de legalidad a fin de salvaguardar la integridad e intangibilidad de los restos”. La fiscal respondió al PJ que no es su competencia, puesto que “se perdió la cadena de custodia el día que tales restos fueron entregados y recibidos por sus familiares”.
El alcalde Saldaña acota: “Si yo retiro los cuerpos, los familiares me van a denunciar”.
“¿Qué dicen las normas municipales o protocolos sobre traslados de restos?”, le preguntamos al alcalde. “El Poder Judicial debe dar la orden, pero ellos dicen que es la fiscal la que debe dar legalidad. Se pelotean el tema”, dice Saldaña.