Después de ganar las elecciones municipales, a Jorge Muñoz se le preguntó sobre los retos de los Juegos Panamericanos y el bicentenario en una entrevista con El Comercio. El virtual alcalde respondió muy bien, indicando que “si queremos vivir con dignidad de cara al bicentenario, tenemos que atender [los problemas importantes] primero”, refiriéndose a que parte de la población en Lima todavía no cuenta con “luz, agua, desagüe, muros de contención, pistas, veredas, títulos de propiedad, etc.”.
Claramente, estas necesidades básicas tienen que ser las prioridades. Por otro lado, quizás todavía queda la oportunidad de utilizar los Juegos Panamericanos y el bicentenario para responder a estas mismas prioridades.
Este año, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha transferido cientos de millones de soles a la Municipalidad de Lima. Con ese dinero, se espera que la municipalidad trabaje en alistar la ciudad para el megaevento, mientras que el MTC desarrolla las sedes.En este contexto, es importante resaltar que Lima 2019 no son solamente los Juegos Panamericanos, sino también los Parapanamericanos. Para este segundo evento llegarán a Lima 2.000 atletas de 33 países.
Como resaltó el director de Lima 2019 en el evento “Rediseñando nuestras ciudades: urbanismo y movilidad urbana sostenible”, Lima no está preparada para recibir a personas discapacitadas. Alguien en una silla de ruedas, por ejemplo, podría llegar al aeropuerto Jorge Chávez, pero desde la puerta encontrará innumerables problemas para movilizarse.
El transporte público, los taxis, las veredas, los cruces, los restaurantes, etc. no han sido implementados bajo el concepto de accesibilidad universal. Las veredas están interrumpidas por postes. A los cruces les faltan rampas. En los semáforos no hay pavimento podotáctil ni señales auditivas para facilitar el cruce de personas con visión reducida.
Según la Encuesta Nacional Especializada sobre Discapacidad del 2012, el 6,8% de personas que vive en Lima tienen alguna discapacidad. En el 2012, Lima tenía 385.000 personas con movilidad reducida de alguna forma. Otras 335.000 tenían limitaciones para ver.
Esto representa a una población significativa que está excluida de una gran parte de la ciudad por la falta de consideración en la accesibilidad universal al momento del planeamiento y diseño de las calles y espacios públicos. Aunque quedan pocos meses para los Parapanamericanos, si es que todavía queda dinero en los cofres municipales para Lima 2019, quizás la próxima gestión, a cargo del alcalde Muñoz, puede utilizar los fondos para obras para hacer de Lima una ciudad más accesible e inclusiva.
Con una sola intervención se puede responder al gran reto de Lima 2019 y a uno de los problemas más importantes para la ciudad, dejando un verdadero legado para el futuro.
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