Ya es más rápido caminar que tomar un corredor del Sistema Integrado de Transporte (SIT) en algunas avenidas. Mientras los buses, autos y taxis circulan cada vez más lento debido a la congestión vial, el uso de la moto seguirá incrementándose. Al final, las personas necesitan llegar a sus lugares de trabajo, y tomarán una decisión sobre qué medio de transporte utilizar; no solo en función del costo, sino también del tiempo perdido.
Según datos de la Asociación Automotriz de Perú (AAP), la venta de motos aumentó un 3,5% entre los años 2017 y 2018. Puede que esto se deba en gran parte a los usuarios de Lima, ciudad donde el número de personas que utilizan la motocicleta como medio principal de viaje se ha duplicado de 0,7% (2015) a 1,5% (2018), de acuerdo con Lima Cómo Vamos. No obstante, esa cifra todavía es relativamente baja en comparación con otras ciudades. En Hanói y Saigón (Vietnam), por ejemplo, el 80% de viajes se realiza en moto. En las ciudades de la selva peruana, también, la moto es el medio de transporte más importante.
Aunque no podemos pretender que una motocicleta proporcione una forma de transporte sostenible, tiene varias ventajas en relación al auto. Primero, ocupa un 20% del espacio en la vía y cuesta mucho menos que un automóvil. Además, genera menos emisiones de gases tóxicos en su fabricación y uso que los autos, y algunas motocicletas compiten con transporte público en términos de emisiones de CO2 por km por pasajero.
El Gobierno Nacional ha tenido una actitud ‘laissez faire’ [‘dejen hacer’, en español] sobre el uso de la motocicleta en ciudades de la selva, donde es típico ver a una familia entera viajando sin casco. Reflejando un doble estándar, ahora que existen más motocicletas en Lima, el Gobierno ha mostrado un repentino interés.
En julio, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) hizo un anuncio público para aclarar que es ilegal ofrecer un servicio de taxi en moto. A pesar de esto, en setiembre, la aplicación Picap ya tenía cientos de choferes y usuarios registrados, según una investigación realizada por Juan Pablo León para El Comercio. En octubre, el MTC publicó un decreto supremo que obligaba a los choferes de motos a utilizar chaleco y casco con una impresión del número de su placa.
En vez de inventar requerimientos extraños, como la obligación de usar un chaleco, el MTC, junto con la Gerencia de Transporte Urbano de Lima, debería tratar de planificar el incremento en el uso de la moto. Por un lado, se puede intentar reglamentar una reducción de emisiones y ruido, e introducir nuevos diseños viales que mejoren la seguridad vial para todos los usuarios.