El 11 de abril pasado, funcionarios de la Dirección Regional de Energía y Minas de Lima Provincias aprobaron el certificado de operaciones mineras de la empresa Milagro Ancovilca S.A.C., titular de una concesión ubicada en terrenos que forman parte de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas.
La rápida aprobación de este certificado, que deja expedito el camino a esta compañía para iniciar en cualquier momento sus operaciones de explotación, se dio pese a que la declaración de impacto ambiental de Ancovilca ya estaba vencida. Este documento es un requisito básico y vinculante que debe tomarse en cuenta antes de proceder con esta autorización.El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) precisó que nunca fueron consultados ni se les pidió opinión técnica previa para esta aprobación. “Para la validez de este documento se requiere la opinión técnica vinculante del organismo ambiental, lo que no existe”, dijo la entidad.Según los documentos obtenidos por El Comercio, la empresa Milagro Ancovilca S.A.C. solicitó el 7 de marzo la aprobación de su certificado de concesión minera, pedido que es admitido por esta dependencia a través del expediente 215-2014.Casi un mes después, la jefa del Área Técnica de Minería de la región Lima, Yarita Carranza Moreno, emitió el Informe 032-2014 y declaró procedente la expedición del certificado de operación minera. Ese mismo día, el director regional de Energía y Minas, William de la Vega, firma la Resolución 080-2014 y otorga el certificado.La diligencia del funcionario no tomó en cuenta que la declaración de impacto ambiental venció en febrero del 2012, tres años después de haberla obtenido.Amparada en este certificado, la empresa quiso entrar hace unos días a los linderos de la comunidad de Vilca –dentro de la reserva Nor Yauyos Cochas– con dos maquinarias, pero no pudo hacerlo, pues la comunidad se lo impidió. “Estamos preparados para defender esta zona [cuya explotación] afectaría el área natural”, señala el alcalde de Vilca, Isaías Ravichagua.Los representantes de los comuneros agregan que la empresa no ha dialogado con la comunidad a través de talleres participativos, por lo que procede la nulidad de la concesión minera en salvaguarda de este único ecosistema andino.