Una denuncia periodística dio cuenta del incremento de la prostitución en las calles del Cercado de Lima, a consecuencia de la decisión de la Municipalidad de Lima de frenar las acciones de control. Sin embargo, la gerenta de Fiscalización, Susel Paredes, negó hoy que las operaciones se hayan suspendido y aseguró que ahora estas se realizan con el apoyo de policías infiltrados del grupo Terna.
La funcionaria explicó que el memorándum del pasado 11 de julio, que ordenaba a la subgerencia de Investigación de la comuna paralizar todo tipo de investigación vinculada a la prostitución, responde a que estas actividades fueron asumidas por la Policía Nacional y la medida busca evitar la duplicidad de funciones.
“Con la policía puedo intervenir un requisitoriado, pero con mis investigadores no”, dijo a RPP. Según Paredes, era necesario el apoyo de la policía para enfrentar la nueva modalidad en que operan los proxenetas, quienes dirigen hostales bajo la fachada de sus viviendas y utilizan a sus esposas e hijos para impedir la clausura del lugar.
“Hay una familia de por medio y como es vivienda no lo puedo tapiar. Pero gracias a esta alianza estratégica con el Ministerio del Interior, el grupo Terna ahora realiza requisitorias a los usuarios de los prostíbulos e investiga los antecedentes de los propietarios”, sostuvo. Ello permite la clausura y tapiado de los establecimientos.
Paredes aseguró que el mismo 11 de julio, fecha en que se emitió el memorándum, se realizaron cinco intervenciones en las calles del Centro Histórico de Lima. Enumeró operaciones en la calle Miguel Baquero, los jirones Cañete, Huallaga, Camaná, de la Unión y en la avenida Alfonso Ugarte.
La clausura de estos locales y la detención de los proxenetas permitirá -según la gerenta- frenar la prostitución callejera. “Mi estrategia es mato el hostal y desaparecen esas muejeres y travestis, porque estas trabajan con los hostales”, dijo.