Pierina Pighi
La Municipalidad de Lima iba a presentar la nueva Plazuela Presa, en el Rímac, ayer a las 5:15 p.m. En la ceremonia, los vecinos podrían ver la pérgola, bancas, postes de luz, ceibos y flores que habían reemplazado a una cancha de fulbito y áreas de hierba muerta.
Pero cuando llegó la hora, unos 15 obreros con chalecos naranjas seguían cruzando la nueva Plazuela con escobas en la mano y materiales de construcción. Les faltaba terminar algunos detalles. La Presa tenía aún losetas sin fraguar, bolsas de cemento vacías, adoquines acumulados en las veredas y un muro sin tarrajear.
Unos albañiles acababan de mojar la pista aledaña para asentar el polvo y otros terminaban de soldar la última A de “plazuela” en un rótulo metálico, para indicar -por si nadie lo nota- qué cosa es el lugar.
Los que sí estaban listos eran la orquesta y unos serenos en carro, vigilando a los vecinos. Ya estaba descubierta, además, la placa inaugural de “Lima lo hizo”, como quien firma un cuadro antes de dar la pincelada final.
Los rimenses, de todas maneras, celebraron la obra, que según la Municipalidad ha costado S/.1 millón 200 mil. “Está preciosa”, dijo Luz Navarro, vecina del Rímac desde 1945. “Antes era un muladar lleno de delincuentes”, dijo Elmer Aragón, rimense durante 40 años, pero advirtió que el “cambio no asegura que desaparezcan”. “Pero al menos ya tiene otra cara”, le respondió Rosa María Cosme, vecina que “a veces tenía miedo caminar por la zona”. Rosmery Eusebio se mostró optimista: “La Municipalidad prometió que iba a mandar (agentes de) seguridad”.Ellos esperan que también restauren la Quinta Presa, una casona de estilo rococó, del siglo XVIII ubicada a un lado de la Plazuela. Se dice que el Virrey Amat la construyó para Micaela Villegas 'la Perricholi'. Élmer Aragón, uno de los vecinos, asegura que en la Quinta hay todavía una tina de la amante del español.
Durante la ceremonia que dirigió Hernán Núñez, teniente alcalde de Lima, algunos obreros, ya sin chalecos solo esperaban terminar de tarrajear algunos muros y fraguar algunos adoquines y losetas al día siguiente. Hoy tendrán que volver a trabajar.