El reciente relanzamiento del Serenazgo Metropolitano no busca sustituir a los 43 serenazgos que hoy tiene la capital por uno nuevo; solo aspira integrar los esfuerzos de los existentes para que sus servicios de vigilancia y patrullaje sean más eficientes en la prevención del crimen. La idea de contar con un servicio integrado de serenazgos tiene 11 años. Así lo propuso en el 2004 una ordenanza municipal de Lima.Desde entonces, es poco lo avanzado, aunque hubo dos iniciativas importantes: la breve integración del serenazgo del Cercado y sus vecinos, iniciada en el 2009 y abandonada en el 2011, y la adoptada por los distritos de San Isidro, San Borja, Surco, Surquillo, Barranco y Miraflores a partir del 2012, vigente hasta la fecha. Abdul Miranda fue protagonista de ambas iniciativas, primero como jefe del serenazgo de Lima durante la anterior gestión del alcalde Castañeda y, posteriormente, como gerente de seguridad ciudadana de Barranco. Miranda, actual gerente de seguridad ciudadana de Lima Metropolitana, encabeza la iniciativa de retomar el gran objetivo de integrar los serenazgos en la capital.Ya han sido dos las reuniones convocadas por él para discutir, con los gerentes de seguridad ciudadana de los distritos de Lima, cómo hacer realidad esta aspiración. Los temas en agenda incluyen la cooperación de los serenazgos en zonas limítrofes, la suma de recursos para apoyar intervenciones en un distrito a pedido de su alcalde y la progresiva integración de sus sistemas de comunicaciones.También está en agenda la creación de un registro único de serenos para que las municipalidades conozcan en tiempo real sus historias laborales y de vida, para evitar, así, contratar a quienes no cuenten con una trayectoria adecuada. Otra preocupación es dotarse de patrones mínimos para la formación de los serenos y de especificaciones comunes para sus uniformes. Ojalá que Lima mantenga el liderazgo y las municipalidades distritales la acompañen en este cometido. Es positivo que haya acuerdo sobre la necesidad de integrar esfuerzos y de cómo hacerlo. Habrá que ver si hay la voluntad política para actuar en consecuencia. El gobierno central podría fortalecer esta iniciativa con acciones que hagan realidad la disposición constitucional que establece la cooperación de la PNP con las municipalidades en seguridad ciudadana. Tres medidas son prioritarias. Primero, la incorporación gratuita de policías a los centros de control municipal y a todos los vehículos del serenazgo las 24 horas del día. Segundo, el nombramiento de una autoridad policial única en cada distrito, responsable de administrar todos los recursos para el patrullaje y la vigilancia actualmente dispersos en diferentes unidades policiales. Tercero, la implementación de planes de patrullaje distrital que integren todos los recursos policiales y municipales, bajo la conducción operativa de la autoridad policial distrital, en coordinación con el gerente de seguridad ciudadana.
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