El miércoles a las 4 p.m. debió transmitirse el corto “Camila”, de Walter Villanueva Azaña, en la sala Jorge Eielson dentro de la Feria Internacional de Libro (FIL), pero faltando 24 horas para su proyección, los encargados de la programación llamaron al celular de Villanueva para decirle que la presentación se había cancelado. En comunicación con El Comercio, Villanueva asegura que hay un trasfondo “político detrás” de esa súbita suspensión. Razones para creer eso no le faltan.
Villanueva estuvo preso más de 15 años por el delito de terrorismo, en el penal Miguel Castro Castro. Luego de cumplir su condena Walter, quien había estudiado matemática y literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, editó el libro “De puño y letra”, del cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso, en el 2009. Por la difusión de ese extenso material, el Ministerio Público acusó a Guzmán del delito de apología al terrorismo, sin embargo, el Poder Judicial archivó la denuncia porque no se cumplían todos los supuestos, de acuerdo a la ley.
La denuncia contra Villanueva por haber editado el libro que fue compilado por Elena Yparaguirre, esposa de Guzmán, también fue desestimada por el Poder Judicial. En una entrevista al diario La República, en el 2012, Villanueva sostuvo que no era un delito pedir la libertad de Guzmán y defendía el derecho del Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) de ser un partido político. Nunca manifestó arrepentimiento por los atroces crímenes que cometió Sendero Luminoso. Ahora, Villanueva prefiere no opinar sobre esos temas, pero vuelve hacer noticia.
A través de la línea telefónica, dice que hace un tiempo optó por estudiar Dirección cinematográfica, en Escuela Peruana de la Industria Cinematográfica. Él vive en Comas y cuenta que se inspiró en hacer el corto “Camila” a raíz de que veía casi a diario a una adolescente que vendía caramelos de limón en su barrio y que estudiaba ballet en las tardes. “Me llamó mucho la atención y decidí hacer un corto basándome en esa historia”, relata. El corto está colgado en su página de Facebook y en Youtube, y dura 8 minutos.
Villanueva cuenta que a fines de junio vio en la página de Facebook de la FIL una convocatoria para que presenten cortos porque había la oportunidad de que los expongan. “Envié mi corto y me respondió Ximena García [Productora artística de los estelares de la FIL 2017], diciéndome que le había gustado y que le enviara la ficha técnica. Incluso quedamos en que haríamos una mesa redonda donde yo contaría mi experiencia de hacer un corto con bajo presupuesto”, sostiene. Efectivamente, en la programación impresa de la FIL aparece el corto ‘Camila’ que se iba a presentar en la sala Eielson el miércoles a las 4 p.m.
¿Qué sucedió, entonces? Villanueva indica que García lo llamó por teléfono el lunes a decirle que el corto no iba más y que en su lugar se presentaría la película mexicana “La leyenda del chupacabras”. “Se disculpó conmigo, me dijo que no dependía de ella, que ella le había insistido a los de la Cámara Peruana del Libro de que no había ningún trasfondo político, pero que ya era una decisión de arriba”, acota. Este Diario buscó la versión de García, pero su asistente no sugirió comunicarnos con el presidente del Consejo de la Cámara Peruana del Libro (CPL), Germán Coronado.
El jefe de prensa de la CPL, David Valdéz, sostuvo que no hubo ningún tipo de censura contra el corto ‘Camila’ de Villanueva y que no se proyectó porque “se dio prioridad al país invitado [México]”. “El país invitado nos pidió que presentemos la película La leyenda del chupacabras”, acotó. Sin embargo, este film ya había sido proyectado el 28 de julio, de acuerdo a la programación impresa de la FIL. “Verbalmente nos pidieron que lo volvamos a proyectar”, refirió Valdéz.
A Villanueva se le pregunta si se inspiró en Maritza Garrido Lecca para hacer un corto sobre una niña que anhela ser una bailarina de ballet, como lo es la presa por terrorismo, quien a pesar de estar encarcelada no ha abandonado ese arte. Él asegura que no. “La vida de Maritza fue distinta. La chica que vende caramelos y que estudia ballet existe y está en Comas. El corto no tiene un trasfondo político, es mudo, véanlo y me darán la razón”, concluye.