Con 74 votos a favor, el Congreso de la República aprobó este jueves que se cambie el nombre de la Vía Expresa de Paseo de la República, que pasará a llamarse Luis Bedoya Reyes, ex alcalde de Lima que impulsó la construcción de esta vía en la década de los sesentas.La norma que declaró de interés el cambio de nombre, deberá ser promulgada por el presidente Martín Vizcarra.
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En el año 1966 Luis Bedoya inició la construcción de la vía expresa. Por aquel entonces fue criticada y su obra fue llamada de manera peyorativa como 'zanjón'. Sin embargo, esta vía permitió conectar siete distritos de la capital y hoy es la ruta principal del Metropolitano.
Así como la Vía Expresa, otras vías importantes de la ciudad han sido cambiadas de nombre. Sin embargo, la costumbre ha hecho que muchos ciudadanos no se den cuenta de estas modificaciones. Para el urbanista Augusto Ortiz de Zevallos, si bien el caso de Luis Bedoya Reyes es indiscutible, también es una oportunidad para la reflexión de otros casos. “De repente se puedan reparar olvidos”, indicó.
“Hay nombres que describen escenarios reales, físicos o que son tan acertados, tan certeros que es muy difícil que se pierda esa designación. (Pero) nunca se puede garantizar que se confundan”, comentó en comunicación con El Comercio. Resaltó la importancia de la justificación para cambiar el nombre de una vía y que la gente pueda aprenderlo.
- Usos y cambios-Estos son algunos casos de avenidas, calles y jirones con diferentes nombres.- Av. Wilson: Su nombre real es avenida Inca Garcilaso de la Vega. Es una de las vías que atraviesa Lima y une las avenidas Tacna y Arequipa. Recibió el nombre del presidente estadounidense Woodrow Wilson, uno de los principales actores en la Primera Guerra Mundial, pero fue durante el gobierno de Juan Velasco que se denominó Inca Garcilaso de la Vega, un nombre propio de la cultura peruana.- Av. Colmena: Su real nombre es avenida Nicolás de Piérola. Fue iniciada a fines del siglo XIX y lleva el nombre del presidente que la trabajó. Forma parte del límite del Damero de Pizarro y une la plaza San Martín con la plaza Dos de Mayo. El uso popular hizo que se llame La Colmena, donde se encontraba la aristocracia limeña.- Av. Colonial: Esta vía nace desde la plaza Dos de Mayo y une Lima y Callao. Su real nombre es avenida Óscar R. Benavides, que recuerda al militar y político que gobernó dos veces nuestro país.- Jr. Miró Quesada: Este es uno de los recientes cambios en el centro histórico. Lleva el nombre del periodista Antonio Miró Quesada y se hizo popular con los años. En el 2017, la Municipalidad de Lima decidió cambiar el nombre por jirón Santa Rosa, como parte del 400 aniversario del fallecimiento de la santa peruana.- Av. Huaylas: Esta es una de las principales avenidas del distrito de Chorrillos. Va desde el límite del malecón distrital, se conecta con el óvalo La Curva y sigue hasta la Panamericana Sur. Los vecinos la conocen como avenida Huaylas, sin embargo su actual nombre es Defensores del Morro.- Av. Arequipa: Esta vía ha tenido varios cambios. Fue inaugurada como tal por Augusto B. Leguía en 1921, como parte de una de las obras del centenario de independencia. Fue denominada Avenida Leguía y unía a Lima con los balnearios del sur. Durante la dictadura de Luis Sánchez Cerro se cambió a Avenida de la Revolución y finalmente por Avenida Arequipa.
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- La ciudad y la memoria - En un paseo por la ciudad de Lima se puede escuchar los nombres de avenidas como Wilson, Colmena, Colonial, Huaylas, pero que ya no existen más, al menos con esos títulos. Quedaron en el pasado, aunque los limeños los siguen usando para transitar en la ciudad.
Para Ortiz de Zevallos “hay lugares que han cambiado por una popularización bastante poco informada”. Y es que las calles también muestran la historia de una ciudad, por ello el urbanista sostuvo que los letreros en las avenidas deberían contar con sumillas que brinden información a la gente.
“Las calles son parte de la memoria, de su historia (…) Habría que tratar que la gente se enamore de su ciudad, que la quiera. Hay tanto malestar con el tráfico que la gente está harta de la ciudad, ya no hay una relación de cariño”, comentó el especialista.
Indicó que los municipios deberían contar con una dependencia de cultura “que ayude que esta información se convierta en parte de la cultura colectiva”.