LUIS SILVA NOLE / @Lucho_SilvaRedactor de Sociedad
Hoy es un día distinto. Al menos lo será para las personas que diariamente salen de San Juan de Lurigancho hacia el Cercado de Lima, así como a los distritos ribereños y del sur de nuestra capital. Igualmente, será un día que no olvidarán los vecinos de Villa El Salvador, Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores, Surco, San Borja y La Victoria que suelen dirigirse hacia San Juan de Lurigancho, el distrito más grande del Perú. ¿La razón? Desde hoy el tren eléctrico los llevará a sus destinos en menos de 1 hora. Algo que parecía imposible.
El ministro de Transportes y Comunicaciones, José Gallardo Ku, informó ayer que desde la estación Villa El Salvador, en el distrito del mismo nombre, hasta la estación Bayóvar, en San Juan de Lurigancho, es decir, a lo largo de toda la línea 1 del Metro de Lima, el viaje en tren eléctrico demorará apenas 54 minutos. Es decir, se recorrerá 33 km y se pasará por 26 estaciones en poco menos de una hora.
Para comprobar tanta maravilla, El Comercio decidió embarcarse ayer en una cúster de la línea M1 en Bayóvar e ir rumbo a Villa El Salvador. La experiencia no fue distinta a la que diariamente pasan miles de limeños en medio del caótico tráfico de la capital. A la tensión por la congestión repetida cada tres o cuatro semáforos, hubo que sumar el hacinamiento vivido en el compacto vehículo de transporte público, su hedor que crece cuando pasa por la otrora La Parada, en la avenida Aviación, o frente al Terminal Pesquero, en Villa María del Triunfo; y su lentitud desesperante.
Fueron en total 2 horas y 45 minutos de viaje tortuoso e insufrible si se le compara con la velocidad, frescura, limpieza, rapidez, comodidad (aunque lleno, cómodo), ordenamiento y tranquilidad del metro. El estrés provocado por el viaje en cúster no es nadita recomendable. ¡Ah! Las últimos seis cuadras se hicieron en mototaxi porque la ruta de la M1 no llega hasta la estación del metro.
Aitor Castillo, ex presidente de la Asociación Psiquiátrica Peruana, indicó que la reducción de tiempo de viaje ganada con el metro combatirá el estrés crónico que el tráfico de Lima conlleva. “Ese estrés produce irritabilidad, agresividad y depresión. Es muy positivo el ahorro de tiempo”, destacó Castillo.
Ya lo sabe, los tiempos están cambiando. Las costumbres relacionadas a los viajes dentro de la ciudad también deben hacerlo. Usted elige.