El arte comenzó por las mesas: cocona, cañihua, paiche, diversidad de quinuas, kiwicha, chocolate y lúcuma fueron parte del meticuloso menú de Virgilio Martínez en la cena que celebraba la inauguración en Madrid de la muestra “Próxima parada”, un grupo de casi 70 obras de la colección de Eduardo Hochschild que reúne lo mejor del arte peruano último. Todo en el marco de la prestigiosa feria ARCOmadrid.
► Eduardo Hochschild, un mecenas peruano en Madrid
Más de 30 artistas –entre ellos Fernando Bryce, Christian Bendayán, Sandra Gamarra, Maya Watanabe, Elena Damiani y Alfredo Márquez– viajaron hasta España para participar en la apertura, todos invitados por Hochschild, el empresario minero que se ha convertido en el mecenas más importante del arte nacional. Pese a ello, el hombre fuerte se guardó las declaraciones para “darles el protagonismo a los artistas”, que paseaban por una sala Alcalá 31 que no dejaba de recibir visitantes. Una fauna que iba desde estudiantes y aficionados hasta figuras como Mario Vargas Llosa y su pareja Isabel Preysler, el fotógrafo Mario Testino, la ex alcaldesa de Madrid Ana Botella y el curador para Latinoamérica del MoMa de Nueva York, Luis Pérez-Oramas.
“No sé cuál será el número exacto, pero el día de la inauguración acudió muchísima gente. Fue una de las exposiciones más concurridas”, cuenta José Carlos Martinat, uno de los participantes. Dice, por ejemplo, que una artista argentina le confesó que la exhibición peruana lucía más que la de su país, pese a que ellos eran los invitados oficiales de la feria.
MUESTRA MAMUT
Otro de los asistentes, el crítico y curador Eduardo Moll, resaltó la presencia de obras de maestros consagrados como José Sabogal, Martín Chambi o Tilsa Tsuchiya –“la figura máxima de la pintura peruana moderna”, dice–,pero destacó en especial la presencia de artistas jóvenes en la delegación. “Es una buena forma de que el público sensible europeo no solamente se fije en el arte inca o preínca, sino en el vanguardismo completamente renovado de los siglos XX y XXI”, señala.
Y aunque la selección de obras puede resultar abrumadora (se trata solo de una pequeña muestra de las más de 1.000 piezas que posee Hochschild), este filántropo asegura que lo suyo no es solo acumulación. “Yo no soy coleccionista, me encanta el arte y la relación con los artistas. La palabra 'colección' viene dada por la cantidad, pero no es una meta, en ningún momento lo fue”, declaró al diario español “Expansión”.
Para ser su primera exhibición en el extranjero, no está nada mal. Lo seguro es que la colección seguirá creciendo. Ojalá también siga moviéndose.Tweets by Luces_ECpe