Sobrecoge pensar que, tras el incendio del pasado 2 de setiembre, la única pieza que resultó intacta en la colección del Museo Nacional de Río de Janeiro haya sido un meteorito. Miles de años de creaciones humanas se volatilizan mientras que una roca espacial resiste al tiempo y al fuego.
Entonces Maya García Miró estaba “fabricando” piedras. Pequeñas rocas a partir de otros materiales, como parte de una exposición en lo que nada es lo que parece. La mayor de estas resultaba demasiado oscura para ser simple canto rodado, pero algo le decía que así tenía que ser. Era una piedra distinta. Luego se conmovió con el siniestro y con la noticia del meteorito indemne. Y encontró el sentido para su propia piedra oscura. Era su propio meteorito, la réplica de aquello que, tercamente, prevalece de entre las cenizas.
“Doble andante”, muestra que la artista visual inaugura en el Icpna de Miraflores, nos desafía a cuestionar lo que vemos: un meteorito de cartón piedra, extraños paisajes calados en vinil, animales fantásticos, bloques de madera disfrazados de sí mismos, lápices de color hechos de cemento. “La idea de la muestra gira en torno a la percepción que tenemos de las cosas. El concepto es más evidente en algunas piezas, y en otras, la duda solo es el inicio de la propuesta. Mi interés está en resignificar los objetos, investigar en lo que es real y lo que solo lo parece. Pero, en todo caso, siempre estamos hablando de objetos concretos, sean reales o no”, explica.
Pero las obras de García Miró no son solo simulacros de realidad. Lo que la artista propone va más allá: dudar de la naturaleza de las cosas, desconfiar de las primeras impresiones, llevar la contraria a la realidad. En algunas ocasiones, es necesario detenernos a negar lo evidente.
Ya desde los tiempos de los surrealistas, el arte nos ha advertido que no se debe confundir la imagen de un objeto con el objeto tangible y real. Retomando estos postulados, la artista pone en crisis los conceptos de definición y representación. Así, al advertirnos que las cosas no son lo que parecen, García Miró desafía el orden establecido y ataca nuestra manera habitual de ser y pensar. “Es como jugar con el espectador a cuestionar nuestra forma de percibir el mundo, definir qué cosa es lo real, advertir la tenue línea divisoria entre lo real y lo que no lo es”, explica.
LAS APARIENCIAS ENGAÑANPara una artista cuyo trabajo, en gran parte, ha tenido que ver con la investigación y el juego con los materiales más diversos, “Doble andante” es un curioso punto de quiebre y de continuidad a la vez. La reflexión sobre el mundo de las apariencias se expone con mayor madurez y conciencia.
“Recientemente estaba revisando mis archivos y encontré material de una muestra que hice hace 10 años, cuyo texto lo había escrito Jorge Heredia. Lo curioso es que sus palabras podían calzar perfectamente en lo que estoy haciendo ahora. Una muestra en una galería es como un microcosmos: tú entras a un mundo autocontenido. En esa época presentaba objetos diseñados a partir de otros, creando, de alguna manera, una nueva realidad”, señala. En esta nueva muestra, si bien algunos de los trabajos de García Miró mantienen su característico vínculo con el mundo de la infancia, como aquellas imágenes tomadas de los cuentos clásicos, la artista reconoce que hay trabajos que empiezan a separarse de toda su producción anterior. “No sé si el cambio tendrá que ver con que haya dejado de trabajar como profesora para niños”, bromea. Lo cierto es que recuperar su tiempo, volver al taller y a su ritmo de trabajo, le han llevado a imaginar obras que profundizan en las más ambiguas formas de percepción.
UN CONCEPTO ADAPTABLEDifícil no pensar en nuestra situación política cuando un artista nos propone desconfiar de lo que otros ponen frente a nuestros ojos, lo que ponemos ver y lo que se nos esconde. “Estas dudas pueden transpolarse a cualquier ámbito”, señala la artista. “Siempre podemos preguntarnos qué es lo real y qué no, hasta qué punto la línea demarcatoria entre ambos resulta frágil. La forma en que percibimos el mundo depende de quién seas. Una misma realidad propone diferentes ángulos de observación. Y también la realidad puede engañarnos”, advierte García Miró.
Y mientras terminamos la entrevista, el meteorito seguía allí. Sobreviviendo al fuego de la realidad.
MÁS INFORMACIÓNLugar: galería Icpna Miraflores. Dirección: Av. Angamos Oeste 120. Abierta al público desde el jueves 11 de octubre.Ingreso libre.