Aunque para muchos la libertad creativa es un sueño, para el grupo Íntegro es una realidad tangible. La propuesta del pintor Óscar Naters de trasladar su arte a otros planos sensoriales fue solo el primer paso. Luego surgieron la danza, el teatro, la música y otras expresiones artísticas que hoy enriquecen el trabajo que realiza junto a Ana Zavala.
“Así comenzó este gran trabajo interdisciplinario, algo que ahora es común, pero que en su momento fue innovador. Nuestros montajes apelan a lo sensorial, no solo en imágenes, sino también en sonidos, olores, sabores y texturas”, menciona Naters, haciendo alusión al mismo concepto que da nombre al grupo: Íntegro.
Desde su fundación en 1984, el grupo ha apostado por la crítica social, centrando muchos de sus proyectos en temas coyunturales y en la naturaleza, así como en su cuidado. Este enfoque se combina con un profundo interés por la experimentación y la libertad creativa total, pilares fundamentales de una institución que hoy celebra cuatro décadas de trayectoria.
“Lo nuestro es, en términos generales, un arte de autor, donde cada propuesta comienza de cero. No hay un guion previo, es una construcción compleja que requiere tiempo, donde las ideas se van entrelazando”, explica Zavala.
Arte no comercial
Si hacer arte independiente en el Perú ya es una odisea, añadirle un toque experimental convierte la travesía en una verdadera epopeya. Inevitablemente, la pregunta de cómo mantener en pie esta propuesta aparece como una constante para Íntegro.
“Como grupo independiente, remamos con gran dificultad en el Perú. Generalmente organizamos nuestros trabajos con pura fuerza de voluntad, aunque a veces recibimos apoyo, lo cual es bienvenido”, comenta Naters. “Cuando no hay dinero, el vestuarista se convierte en bailarín, el bailarín también hace de productor, y todos corren por todos lados, incluso para buscar tan solo un clavo”, agrega Zavala.
A pesar de un presupuesto limitado, sus proyectos han alcanzado gran éxito, presentándose en más de 40 países. Además, los reconocimientos en festivales internacionales y el apoyo de artistas nacionales les han permitido celebrar fechas importantes como este aniversario.
En esta ocasión, la estructura del grupo revisará su trayectoria y se reunirán con artistas de la primera generación de Íntegro como parte de las celebraciones. “Esto es como un quirófano, vemos qué cosas sacamos y qué cosas dejamos de los tantos proyectos que se han realizado. Vamos hilando las piezas vigentes y armando esta obra como un poema para el público”, nos cuenta Zavala.
Esta revisión busca no solo recordar el pasado, sino también reflexionar sobre cómo los peruanos han avanzado en el tiempo, percibiendo no solo la evolución tecnológica, sino también el cambio social y cultural que se refleja en las composiciones del grupo. Un colectivo que se niega a adaptarse a las convencionalidades que, aunque podrían brindarles comodidad, siguen siendo insuficientes para cambiar su independencia artística.
En un mundo donde la sobrecarga de propuestas de entretenimiento es la norma, Íntegro elige mantenerse al margen de lo masivo, creando con la libertad que ofrece no perseguir la popularidad. Su genialidad, siempre al filo de lo efímero, se nutre de esa independencia. “Cada momento es crucial para nosotros, porque en el Perú nunca se sabe cuándo la próxima exposición podría ser la última”, subrayan.
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