Seguir a @Luces_ECpe!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Las creaciones del suizo Alberto Giacometti, protagonista indiscutible de la escultura occidental contemporánea, llegan a la Galería de Arte Moderno (GAM) de Milán para ofrecer a los visitantes una muestra del talento del autor y presentar la evolución de sus obras desde sus inicios hasta su madurez.
Esta retrospectiva del artista helvético, que se exhibirá en el museo milanés hasta el 1 de febrero de 2015, abarca piezas desde sus comienzos en Val Bregaglia hasta su época más madura, transcurrida eminentemente en su taller de la calle Hippolyte-Maindron de París.
“El arte de Giacometti toca inicialmente las corrientes artísticas en boga a principios de la posguerra para tomar después distancia y evolucionar hacia el estilo único y original”, explica la comisaria asociada de la muestra, Serena Bucalo.
El itinerario expositivo, organizado de manera cronológica, se articula en torno a cinco secciones con un total de 63 piezas procedentes de la Fundación Alberto y Anette Giacometti.
LO QUE OFRECE LA MUESTRAEn la primera sección, el espectador se sumerge en el universo íntimo del autor, con esculturas que representan a sus padres y hermanos, fruto de su primera etapa como creador antes de abandonar Suiza.
En este mismo apartado, el visitante viaja junto con Giacometti a París, adonde el suizo se trasladó en 1922 por consejo paterno, para imbuirse del clima artístico cubista que reflejan sus trabajos de aquellos años.
La segunda sección alberga una colección de piezas nacidas del acercamiento del autor al Surrealismo, al que se aproximó brevemente entre 1931 y 1935 de la mano de Jean Cocteau y de André Masson.
“La bola suspendida”, definida por Salvador Dalí como el prototipo de los “objetos con función simbólica”, se erige como una de las obras principales en este apartado.
“La bola suspendida”.
-
“La mujer que camina”, concebida como un maniquí para la Exposición Surrealista de 1933, y “La Pareja”, que evidencia el gusto del suizo por el arte africano, constituyen otras de las creaciones centrales de esta segunda sección.
“Este paréntesis surrealista es, sin embargo, de corta duración. Giacometti siente la necesidad de volver a trabajar sobre lo real y de interesarse por la figura humana”, afirma Bucalo.
El tercer apartado testimonia la nueva búsqueda artística del escultor, que se materializa en retratos a escala reducida de apenas una decena de centímetros y que presentan el cuerpo humano y especialmente la cabeza como centro del interés creativo del suizo.
Junto a estas obras del helvético, aparecen sus personajes filiformes, hieráticos e inmóviles, distribuidos sobre pedestales o en el interior de jaulas que determinan los límites espaciales, como “Cuatro mujeres”, “El claro” y “La caja”.
La cuarta sección profundiza en el tratamiento que el creador centroeuropeo lleva a cabo sobre la representación de la cabeza, recurrente en las pinturas y esculturas de la madurez.
Con modelos cercanos al artista, como su mujer, su hermano o el filósofo japonés Yanaihara, Giacometti persigue a través de estas cabezas un objetivo principal: la semejanza.
La quinta y última sección cierra el recorrido expositivo con las obras más maduras del artista, que incluyen las esculturas monumentales “La gran cabeza” y la cuarta versión de “La gran mujer”, que son las piezas de mayor tamaño realizadas por Giacometti y cuya superficie rugosa acrecienta su aspecto dramático.
“La gran cabeza”. (Foto: Reuters)
-
Estas creaciones se presentan junto a dos retratos de un hombre y una mujer sentados, de frente, hieráticos, con los brazos sobre las piernas al estilo de las esculturas clásicas y con una mirada intensa.
“Para completar el recorrido, hemos querido proponer una selección de dibujos sobre papel y papel de litografía, además de algunas imágenes de archivo, que ayudan a contextualizar el procedimiento artístico de Giacometti desde su etapa surrealista hasta los últimos años”, asegura Bucalo.
Esta muestra inaugura el “nuevo curso” de la GAM de Milán, dedicado a la escultura moderna, después del reciente acondicionamiento de los espacios y de los recorridos expositivos, según informaron los responsables de la galería.