Decidida a contemplar un panorama completo del arte que la ha acompañado durante más de 30 años de trabajo artístico, Maya García-Miró reúne todas las piezas que creó en diferentes momentos de su vida en la exposición “Soñaba del ciego que veía”, que se presentará en el ICPNA de Miraflores y será curada por Gustavo Buntinx.
Seleccionar las piezas que forman parte de la muestra antológica fue una labor complicada por distintos motivos, que van desde el deterioro de algunos de sus trabajos hasta la incompatibilidad con la representación buscada en esta exposición. “Las piezas que aparecerán mantienen una relación, una conexión entre sí que asemeja a un guion que narra una historia”, comenta García-Miró, aunque no niega que algunas se incluirán debido a un cariño especial por esos trabajos. “Algunas son necesarias para comprender el avance de mi trabajo”, añade.
La muestra antológica abarca desde 1997, un período inicial en el cual su arte se extendió a exposiciones tanto colectivas como individuales. En su empeño por seguir su camino artístico, llegó a Londres para realizar una maestría, donde se centró en un estilo particular: el arte tridimensional. “Sobre todo, me atrae la materialidad de las cosas, es lo que disfruto, las sensaciones palpables que comunican conceptos que no necesariamente son objetos concretos”, comenta la artista, quien guarda un aprecio especial por la cerámica y la pintura, elementos que marcaron sus primeros pasos.
Una marca personal
Su estilo se desarrolló creando cajas de madera con compartimentos para introducir objetos bajo el concepto de “dentro y fuera”. Al consolidar este estilo, regresó de Londres al Perú para mostrar su arte en una exposición en 1999, repleta de cajas de madera en las que se apreciaba pintura y diversas piezas en su interior.
Al igual que su estilo, sus conceptos también evolucionaron, pasando de cerámicas con conceptos limitados a lo visible ―como animales u objetos concretos― a pinturas que presentaban figuras con múltiples significados. Sin embargo, algo que no cambió durante sus 30 años de trayectoria es el concepto de familia, vida doméstica e infancia. “Por eso empleo lápices de colores, rompecabezas, botones y balines, elementos que me remiten a mi niñez y otros que siguen ese camino”, comenta García-Miró, quien fue profesora durante mucho tiempo, pero finalmente se dedicó al arte a tiempo completo. “Conciliar entre ambos mundos era imposible, hubo un momento de ruptura y tuve que decidir”, adiciona.
La exposición antológica estará en la Sala Venancio Shinki del ICPNA de Miraflores desde el jueves 24 de agosto a las 7:00 pm hasta el sábado 30 de septiembre, y contará con la presencia de la artista para una visita guiada que será anunciada en las redes sociales del ICPNA.
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