RODRIGO BEDOYA FORNO
Los carros no pasan de moda. Siempre son un elemento cinematográfico interesante, que parece no agotarse. Así lo demostraron “Bullit” en los años sesenta, “Vanishing Point” en los setenta y la saga “Rápidos y furiosos” en épocas más recientes.
“Need For Speed”, que se estrena este jueves, viene a engrosar la lista y demostrar que el cine y la velocidad son buenos amigos. Y más aun si se trata de una película que mira a las cintas clásicas del subgénero, aquellas que escribieron la mitología. Que la cinta sea la adaptación de un videojuego no es impedimento para mirar el pasado.
“Cuando leí el guion pensé inmediatamente en ‘Rápidos y furiosos’”, señala Aaron Paul, protagonista del filme.
Tras el fenómenos “Breaking Bad”, el intérprete se pone en la piel de Tobey Marshall, un corredor callejero que es acusado y metido a la cárcel por un crimen que no cometió. Una vez afuera, buscará venganza. Y qué mejor manera de hacerlo que compitiendo en piques.
“Pero Scott Waugh, el director, quería volver a las películas que comenzaron el género, como ‘Bullit’ o ‘Vanishing Point’. Quería hacer una película que no dependiera de los efectos especiales o de la pantalla verde, en la que todo lo que se viera haya sido capturado por la cámara. Y ese sentimiento lo tuve desde que leí la historia: hay algo muy humano detrás de ella, con muchas cosas con las que relacionarse”, añadió el intérprete, quien conversó en exclusiva con El Comercio.
MIRANDO A STEVE MCQUEEN “Need For Speed” nace de la modernidad de un videojuego, pero busca referentes en el pasado. No es un secreto, por ejemplo, que Steve McQueen haya sido uno de los referentes para crear el personaje que interpreta Paul.
“Yo siempre he sido un fanático de Steve McQueen: mi padre me enseñó ‘Bullit’ cuando era un niño. Y siempre he sido un fanático de los carros”, recuerda Paul. “Lo interesante de McQueen es que el saber que él está detrás del volante lo hace todo más emocionante. Me comprometí en este proyecto antes de comenzar a filmar la última temporada de ‘Breaking Bad’, y mientras la rodaba traté de mantenerme lo más flaco posible, porque interpretaba a un adicto a la metanfetamina. Pero sabía que en la película el rol implicaba ser una persona más grande. Así que comencé a comer y a hacer más ejercicio”, añade.
Otro elemento de interés para el actor fue hacer la adaptación de un videojuego. “El juego se trata de manejar. Y eso te permite comenzar a trabajar desde un lienzo en blanco, porque podíamos crear la historia que quisiéramos.
Adaptar un libro es distinto, porque los libros suelen dar una explicación mucho más detallada de la historia, y a veces hay mucha presión en adaptar, porque la gente espera ver lo que se imaginó mientras lo leía, y es imposible competir con eso”, comenta.
Paul sabe que hay muchos fans del juego ansiosos por ver el filme. Y asegura que se han mantenido cerca del producto de origen. Pero, al mismo tiempo, “Need for Speed” nos lleva a un viaje por el pasado. Por las cintas que forjaron una unión: la del cine y los carros. Una unión que es una pasión.