Y el final se acerca. La tercera y penúltima entrega de la saga Divergente ya se encuentra en cartelera. Tris, Cuatro y sus amigos acaban de escapar de la ciudad amurallada y son perseguidos por guardias armados. Pero, una vez fuera de Chicago, mientras se escapan por la periferia, son rescatados para ser llevados a las oficinas de alta tecnología de bienestar y genética. En ese lugar, David, maestro de la oficina, separará a Tris del grupo por ser genéticamente pura.
Y así como se han venido trabajando las anteriores entregas, esta parte final en la obra literaria fue filmada en los escenarios de Atlanta y Giorgia. El director de “Divergente” quiso mostrarle a los fans de la saga cómo se veía el mundo más allá de Chicago. Por eso apeló a los efectos visuales con creaciones monumentales y secuencias de acción.
Una de las escenas más impresionantes fue la que sus personajes tienen que escalar un muro cubierto por una malla metálica electrificada. Para lograr esto, los cineastas construyeron un muro de 24 metros de altura con un sistema de cuerdas que los sostenían con broches que iban sujetos en sus trajes. Posteriormente, este muro de concreto fue extendido digitalmente para lucir como una enorme construcción.
Por otro lado, la última película de la saga “Divergente”, edificado en varios escenarios con escombros para Chicago y todo lo contrario para la oficina de Bienestar y Genética, tuvo seis interiores revestidos con detalles y elementos sofisticados. Todos los escenarios fueron complementados con producciones digitales.
En cuento a los vehículos, “Divergente” contó con diseños futuristas producto de elementos digitales.