El británico Mark Mylod ha sido director de varios episodios de las series de HBO “Game of Thrones” y “Succession”. Por su trabajo en la primera de las mencionadas, cuenta que compartió muchas visitas a prestigiosos restaurantes con los creadores de la saga, David Benioff y D. B. Weiss. “Ellos son unos verdaderos ‘foodies’, pero yo siempre me sentí profundamente incómodo en esos lugares”, afirma Mylod en una mesa redonda internacional en la que participó El Comercio.
LEE TAMBIÉN: “Merlina”: lo bueno y lo malo de la serie de Tim Burton para Netflix | RESEÑA
De esas experiencias gastronómicas tan refinadas como engorrosas es que Mylod sacó la idea para “El menú”, la más reciente de sus películas. ¿De qué va la cinta? De un lujoso restaurante ubicado en una isla alejada y manejado por el enigmático chef Julian Slowik (Ralph Fiennes), que organiza una degustación para un grupo de selectos invitados (entre los que figuran los personajes interpretados por Anya Taylor-Joy y Nicholas Hoult), pero con consecuencias inesperadas.
Se trata de una comedia negra con tintes macabros, que satiriza la figura de los cocineros contemporáneos: mezcla de ‘rockstars’ y despiadados tiranos, que pueden ocultar entre sus recetas e insumos algunos secretos perturbadores. Para Mylod, la “deificación de los chefs” es inédita y tiene que ver con estos tiempos de “Chef’s Table”, el popular programa que encumbra a estrellas culinarias para deleite de hambrientos espectadores.
A COMER
Estructurada como un verdadero menú, la película sorprende plato a plato con revelaciones que provienen no solo del chef protagonista, sino del conjunto de comensales, casi todos miembros de una clase alta que busca satisfacer sus paladares, pero que terminarán enfrentándose a una experiencia extrema en muchos sentidos.
“Mi aproximación a esas clases altas es un poco más humana –asegura Mylod cuando le preguntamos por su ensañamiento con esta crema y nata de la sociedad–. Me gusta ese tipo de personajes, encontrar el contexto de sus conductas, su vulnerabilidad. Sentir empatía por ellos e incluso protegerlos”.
En ese sentido, Mylod reconoce cierta influencia de una película como la notable “El ángel exterminador” de Luis Buñuel, en la que un grupo de aristócratas congregados en una reunión social se ven impedidos de salir de la misma por circunstancias inexplicables. “En la película de Buñuel los invitados sentían la incomodidad, su propia culpa. Y a mí me encanta esa idea”, advierte el director.
Es por eso que en “El menú” hasta la disposición de los personajes es parecida a la de “El ángel exterminador”: un grupo variopinto de figuras que, encerrados entre las cuatro paredes del restaurante del chef Slowik, se mueven en una especie de coreografía a la vez satírica, dramática y macabra. El despliegue de sus movimientos y el juego de cámaras para captar acciones, reacciones y detalles está entre lo mejor de la película.
Aun así, y tal como ocurre con la aclamada “Succession”, donde el foco también está puesto en seres acaudalados, poderosos y engreídos, en el caso de “El menú” la idea es poder trasladarse a las mentes de aquellos que lo tienen todo –incluso la comida más exquisita–, pero siempre desean más. “Me parece interesante reírse de ese tipo de personas –dice Mylod–, pero es más divertido tratar de entenderlos, comprender por qué son así, qué necesidades tienen”. La mesa está servida.