La primera entrega de la saga “Cómo entrenar a tu dragón” sorprendió. Sobre todo porque daba gusto encontrar un producto pensando para niños pero que tenía un sentido de la aventura distinto, clásico, tratando a los más chicos como seres pensantes y no como simples receptores de chistes fáciles.
Y eso es algo que los adultos también aprecian, porque cualquiera podía pasarla bien con las aventuras de Hipo y su dragón Chimuelo, quienes surcaban los cielos y defendían a su pueblo vikingo. De nuevo, el sentido de la aventura del filme lo hacía muy agradable. Algo que esperamos se mantenga en “Cómo entrenar a tu dragón 2”, que llega a los cines mañana.
Por lo pronto, detrás de cámaras se mantiene Dean DeBlois, uno de los creadores del filme. La primera parte, recuerda el cineasta, no tuvo el inicio esperado por DreamWorks, la empresa productora.
Pero la intensidad de su empuje nunca cesó. Se afianzó en la cima de la taquilla o cerca de ella durante siete semanas. Todos estábamos muy orgullosos con el hecho de que el boca a boca que generaba la película estaba provocando que el público la fuera a ver y, poco a poco, terminamos superando las expectativas del estudio”, comenta el realizador.
Es así que DreamWorks se decidió por hacer una secuela. Y llamaron a DeBlois para encargarse de proyecto. “Les dije: ‘Estoy muy interesado si consideran la idea de hacerla una trilogía’”, recuerda el cineasta. “‘La primera película podría fungir como el primer acto, esta sería un segundo acto más largo y después tendría que haber un tercer acto culminante’. Afortunadamente, les agradó la idea”.
EL REINO DE LOS DRAGONESEs así que Hipo y Chimuelo regresan cinco años después de su primera aventura. Ahora, el pueblo vikingo al que pertenece el joven ya no odia a los dragones; por el contrario, han aprendido a vivir con ellos. Pero el descubrimiento de un nuevo nido de dragones, la aparición de una misteriosa entrenadora de estos seres lanza fuego y la llegada de un vil villano cambiarán por completo el panorama del lugar.
Uno de los principales retos de continuar la historia fue justamente la de presentar una secuela que ocurriera cinco años después de los hechos originales, sobre todo por la animación. “A final de cuentas descubrimos, con la gran mayoría del reparto, que si solo conservábamos su silueta y estampa general, pero incrementábamos el tamaño, cambiábamos su guardarropa, envejecíamos su rostro de maneras sutiles y les dábamos distintos peinados, era suficiente”, comenta.
“Hipo quizás fue el más engañoso porque al momento de hacerlo mayor, queríamos asegurarnos de que no se convirtiera en un clásico héroe de Hollywood. Debía mantener esta cualidad desgarbada, porque en ello estriba gran parte de su encanto; esa torpeza intrínseca que posee”, comenta DeBlois.
“Cómo entrenar a tu dragón 2” promete una aventura con tanto ritmo como la primera parte. Si lo consigue, estaremos más que agradecidos.