El juego favorito de todo el mundo en esta temporada de premios es adivinar quién se va a llevar los premios principales de Hollywood. El domingo es el Globo de Oro, premio que entrega la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood y que bien podría señalar el camino por donde se decantaría la Academia para el Oscar. Así que, sin más preámbulos, veamos, categoría por categoría, quiénes son los favoritos para ganar en el rubro cinematográfico.
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MEJOR PELÍCULA DRAMÁTICA
Parece que, en este caso, la carrera está cerrada. “Boyhood”, de Richard Linklater, tiene todo para ser la gran ganadora de la noche en la categoría. ¿Qué la respalda? Su sólida performance que ha durado todo el año pasado, desde su estreno en el Festival de Sundance. Y, por supuesto, que se trata de una de las mejores películas estadounidense del 2014.
¿Alguien se la puede bajar? Por ahí “Selma” (que va a ser más competencia en el Oscar, seguro) o “The Imitation Game”, pero la verdad es que son victorias poco probables. Lo que de verdad hay que preguntarse es si el Globo de Oro será suficiente para entusiasmar a los votantes de la Academia en la búsqueda del Oscar.
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MEJOR PELÍCULA CÓMICA
Así como “Boyhood” es la favorita en el drama, “Birdman”, de Alejandro González Iñárritu, es la segura ganadora en la categoría de comedia. ¿Por qué? Pues la historia de una ex estrella del cine que busca relanzar su carrera como sea ha gustado mucho a la crítica, sobre todo por el trabajo de su protagonista, Michael Keaton.
No deja de ser una pena por “El gran hotel Budapest”, la mejor película de Wes Anderson, que también compite. Pero simplemente no es su año. Por otro lado, las otras cintas que compiten no han tenido repercusión en los otros premios de la temporada, por lo que no son competencia seria. “Birdman” camina sola.
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MEJOR DIRECTOR
Si hay justicia en el mundo, Richard Linklater debería ganar este premio y el Oscar. Y no es que tengamos nada contra González Iñárritu (aunque, sin haber visto “Birdman” nada de lo que ha hecho, salvo “Amores perros”, nos convenza mucho), sino porque Linklater es uno de los grandes directores del cine estadounidense actual. Y sería más que justo que obtenga un premio ya. Es muy probable que así sea, aunque Ava DuVernay, directora de “Selma”, cinta sobre los derechos civiles en EE.UU., podría arrebatarle el galardón.
EN ESTE VIDEO, LINKLATER HABLA SOBRE “BOYHOOD” (SIN SUBTÍTULOS)
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MEJOR ACTOR DRAMÁTICO
Peleada categoría, una de las más reñidas de la noche. Sobre todo porque quizá los votantes de la Asociación de la Prensas Extranjera decidan compensar alguna cinta que no gana en la categoría de Mejor Película con un premio actoral.
¿Qué película se podría beneficiar de eso? Pues “The Imitation Game”, que le gusta a todo el mundo pero que ha entrado en la misma categoría que la aparentemente imbatible “Boyhood”. Y el trabajo de Benedicht Cumberbatch ha sido reconocido en todas partes desde el estreno del filme en el Festival de Toronto. Por ahí podría haber un ganador.
Pero todos sabemos que Hollywood se muere por las transformaciones físicas y las actuaciones exigentes, que requieran actores intensos. Y Eddie Redmayne haciendo de Stephen Hawking en “La teoría del todo” es un cambio tan esforzado que no creemos que el Globo de Oro lo deje pasar. Lo mismo se podría decir de la transformación de Steve Carell en “Foxcatcher”, pero la cinta sobre el científico tiene el plus de la historia real inspiracional, que implica salir adelante contra todo y contra todos. Así que si quiere jugarse unas fichitas, pues apueste por el actor inglés.
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MEJOR ACTRIZ DRAMÁTICA
Otro premio cerrado: Julianne Moore ganará por su rol de una mujer con principios de Alzheimer en “Still Alice”. Y muy justo, además, sobre todo por la trayectoria de una de las grandes actrices de Hollywood de hoy. Y más aun teniendo en cuenta que nunca ha ganado el Globo de Oro en el rubro cinematográfico (lo tuvo por hacer de Sarah Palin en “Game Change”, cinta para la TV de HBO).
Y, al parecer, este es el año de Julianne: su camino al Óscar no parece tener mayores complicaciones. Sí, es una pena por Rosamund Pike, que en “Perdida” hace una villana de antología. Pero Julianne es Julianne.
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MEJOR ACTOR CÓMICO
Michael Keaton quiere hacer pelea en esta temporada. Y quizá el premio más cantado que tiene en esta temporada es el Globo de Oro. Su rol en “Birdman” le ha generado todo tipo de loas, y parece muy complicado que alguien le arrebate el galardón la noche del domingo. Aunque no hay que descartar a Ralph Fiennes, que podría recibir el premio para darle algo a una película mayor como “El gran hotel Budapest”.
Pero la preocupación para Keaton no es el Globo de Oro: es saber si su trabajo le puede ganar en los premios de la Academia a Eddie Redmayne y su papel de Stephen Hawking que huele a Oscar por donde se lo mire. Si gana el domingo, sigue en la pelea. Si pierde, pues otra vez será (¿cuándo?).
MEJOR ACTRIZ CÓMICA
Lo mejor que se puede decir de esta categoría es que está bastante peleada, y que cuatro de las cinco nominadas son actrices extraordinarias. Pero las cintas por las que las están nominando o son consideradas menores por todo el mundo o son tan raras y extremas para la Asociación de la Prensa Extranjera que las han puesto ahí casi de relleno. Por ejemplo, ¿qué hace Julianne Moore nominada aquí por “Polvo de estrellas”, unas de las cintas más corrosivas sobre Hollywood en mucho tiempo? Es una sátira, sí, pero sus guiños grotescos perturban más de lo que dan risa.
Lo único cierto es que si Moore tiene el camino tranquilo para el Oscar por “Still Alice”, es porque no hay nadie en la comedia que le puede hacer frente. Amy Adams es extraordinaria, pero “Big Eyes” no le ha gustado casi a nadie. Lo mismo se puede decir de Helen Mirren: no vamos a descubrir aquí que es una actriz notable, pero “Un viaje de diez metros” está lejos de ser su mejor trabajo.
¿Quién gana entonces? La pelea está entre Adams y Emily Blunt, nominada por “En el bosque”. La última tiene, quizá, algunas chances más. Pero lo cierto es que la que gane no va a ser competencia seria para el Oscar. Una pena por Amy Adams (que debería ganar siempre todo), pero así es la vida.
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