Los superpoderes a los que está acostumbrado Henry Cavill en su papel como Superman no le valieron esta vez para “Misión: Imposible - Fallout”, donde las persecuciones al borde de precipicios “son reales” y le hicieron ver la muerte “de cerca”, dijo a Efe el actor británico.
Aun así, Cavill “no tuvo tiempo para tener miedo”, incluso en los escenarios “más peligrosos” del rodaje de la sexta entrega de la saga de acción y aventuras protagonizada por Tom Cruise y dirigida por Christopher McQuarrie.
Por contra, en lo que se centró Cavill fue en “no meter la pata”, aseguró en una entrevista en Miami el actor de Superman, ya que si “haces algo mal, quizás estás estropeando la perfecta actuación de algún otro actor”.
Como Tom Cruise (Ethan Hunt) o su equipo IMF (agencia de espionaje de elite), del que forma parte Henry Cavill como el agente de la CIA August Walker, con los que luchan a contrarreloj después de que una de sus misiones internacionales “imposibles” salga mal.
“Desde los helicópteros, a estar colgados de precipicios, o las luchas entre nosotros. Sea lo que sea, es todo real, y la complejidad de esto es evidente”, explica Cavill, que notó la diferencia en no disponer de poderes sobrenaturales como en Superman.
“Es muy distinto, porque normalmente cuando filmamos personajes que tienen superpoderes o capacidades más allá de las posibilidades humanas, habrá efectos especiales”, asevera Cavill, que, no obstante, “disfrutó enormemente” de todas las luchas, persecuciones o saltos al vacío.
El aspecto físico de los actores es “primordial”, aunque el actor británico de 35 años, que estuvo acompañado de su perro Kal durante la entrevista, asegura que los últimos avances tecnológicos de la CIA, que ayudan a Tom Cruise y su equipo a hacer un poco más asequibles las imposibles metas, “es lo que hace esta película divertida también, aparte de físicamente intensa”.
“Tom Cruise tiene muchísima experiencia en este tipo de escenas”, dijo Cavill del protagonista de esta histórica saga que se inició en 1996. El ejemplo que tomó de Cruise “lo aplicará en otras películas”, dijo.
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Lo que es seguro es que este debut de alto riesgo por París, Londres y la región de Cachemira para evitar un ataque terrorista global le han servido como un verdadero entrenamiento.
Aunque él hubiera arriesgado todavía más, Cruise le paró los pies.
“Había una escena de la que quería ser parte, y lo estuve hablando con Tom, y le dije 'yo también puedo hacerlo'. Me dijo que lo agradecía, que él sentiría lo mismo, pero que yo no tenía la experiencia o las habilidades para hacerlo”, rememora Cavill de su conversación con Tom Cruise un día de rodaje.
El experimentado actor continuó: “Si lo haces, hay muchas posibilidades de que nos matemos los dos, y no podremos acabar la película, algo que estaría bien”.
No sólo el riesgo aumenta a medida que avanza la película, sino que el propio personaje que interpreta Cavill evoluciona continuamente, aspecto que el actor vivió con más dificultad a la hora de trabajar su papel.
“Mi personaje está constantemente cambiando, y la forma de contar historias de McQuarrie es que nunca nada se da por sentado ni está cerrado, siempre todo está abierto a más creatividad”, afirma Cavill.
Aunque de todos sus personajes, no puede escoger si prefiere ser el bueno o el malo y asegura que “ve diversión en los dos papeles”.
“Es un privilegio el poder ser parte de esta sexta película. Es una experiencia que he disfrutado enormemente”, dice Cavill, cuyo papel en la cinta es clave.
Es por eso que tras un rodaje mano a mano con Tom Cruise, además de Ving Rhames, Simon Pegg, Alec Baldwin, Rebecca Ferguson, Angela Bassett y Vanessa Kirby, el actor británico repetiría la experiencia “en cualquier instante”.