El principal problema de “Monkey Man” está en su concepción. La idea de un tipo como cualquier otro, que sufre un golpe traumático en su vida y va en busca de venganza, parece algo que ya hemos visto demasiado en el cine reciente, con el caso de “John Wick” como el ejemplo más a la mano para ilustrarlo. Pero también podríamos mencionar a otros héroes atípicos aparte del interpretado por Keanu Reeves: desde Liam Neeson en la saga “Búsqueda implacable” hasta Bob Odenkirk en “Nadie”, Hollywood ha sabido sublimar los más retorcidos sueños de revancha del hombre común.
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En esta ocasión Dev Patel (Londres, 1990) es el justiciero de turno. El actor británico de ascendencia india no solo protagoniza el filme, sino que hace su debut como director. Inspirado en la deidad hinduista Hanuman –el Señor de los Monos–, el protagonista, Kid, se convierte en un peleador callejero que usa una máscara de mono para perseguir a un policía corrupto y a un gurú espiritual que asesinaron a su madre y arrasaron con su aldea.
La mayor parte del filme es una suerte de previsible entrenamiento mediante el cual Kid va desarrollando la fortaleza necesaria para enfrentar a sus enemigos, mientras encuentra la forma de infiltrarse en su círculo mafioso. El retrato de los bajos fondos indios puede ser necesario para los propósitos narrativos de la película, pero termina pecando de una arquetípica glamorización de la miseria. Tampoco es demasiado creativo el recurso de los ‘flashbacks’ súbitos para mostrar los recuerdos reprimidos del protagonista. Así, además de su carácter predecible, “Monkey Man” va arrastrando lastres demasiado evidentes.
Pero no todo es reprobable en la ópera prima de Patel (quien es también un muy buen actor, vale decirlo). Una vez superada la larga introducción de la película, sus 30 o 40 minutos finales son los más disfrutables. Como en la mayoría de películas de este tipo, su despliegue de acción ostenta méritos inobjetables: las peleas cuerpo a cuerpo, los tiroteos y las persecuciones motorizadas son de un ritmo trepidante, pero sofisticado a la vez. Más allá de las toscas similitudes mencionadas más arriba, el director se nutre también de otras influencias mejor aprovechadas, como las cintas de artes marciales de Jean-Claude Van Damme o un relato de venganza como “Oldboy”, del coreano Park Chan-wook.
A ello hay que añadirle su énfasis en distintas dualidades, una impronta que proviene de los mitos y creencias religiosas de la India. El tránsito entre hombre y animal, por ejemplo, dota al protagonista de una bestialidad idónea para un carácter salvaje; o la sorprendente participación de un culto a la divinidad Ardhanari, figura medio varón y medio hembra, cuyos andróginos integrantes nos regalan una exuberante secuencia de lucha, acaso lo mejor del filme. Momentos destacables, pero no lo suficiente para salvar a “Monkey Man” de ser un mero déjà vu.
Calificación: 2.5/5
Reparto: Dev Patel, Pitobash, Sikandar Kher, Sobhita Dhulipala.
Director: Dev Patel.
País y año: Estados Unidos, 2024.
Dónde verla: en salas de cine.
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