La película argentina “Relatos Salvajes” competirá el próximo 22 de febrero por el Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa durante la 87ª edición de los premios de la Academia de Cine de Estados Unidos.
En el país sudamericano, donde arrasó tanto en crítica como en taquilla la película de Damián Szifrón, confían en que se pueda llevar el tercer Oscar para el país, después del triunfo de “La historia oficial”, de Luis Puenzo (1985), y “El secreto de sus ojos”, de Juan José Campanella (2009).
Argentina es el único país de América Latina que ha ganado en esta categoría y el segundo en recibir más nominaciones, después de México, que a pesar de haber sido candidata en ocho ocasiones nunca se llevó un Oscar en ese apartado (aunque sí logró éxitos en Dirección, cortometrajes y en categorías técnicas).
En castellano, sólo España supera a Argentina en estatuillas a la mejor película extranjera, con cuatro.
¿Buen momento?
En la edición de 2015, otros dos argentinos competirán por un Oscar, el de Mejor Guión Original.
Nicolás Giacobone y Armando Bó forman parte del equipo de escritores de “Birdman”, una de las consideradas como mejor película del año, precisamente dirigida por un mexicano, Alejandro González Iñárritu.
Pero, ¿son las nominaciones argentinas a las Oscar reflejo de una edad dorada del cine argentino o es el caso de Relatos Salvajes, la película nacional más taquillera en la historia del país, algo excepcional?
“No puede decirse que porque haya vendido 3,5 millones de entradas y sea nominada al Oscar estamos viviendo una época dorada, pero está claro que el cine industrial o comercial argentino ha mejorado en los últimos años con directores como Damián Szifron, Daniel Burman, Pablo Trapero o Juan José Campanella”, le dice a BBC Mundo Diego Batlle, director del portal OtrosCines.com y crítico del diario La Nación.
“Ese cine tiene éxito en Argentina y en el resto del mundo y, como en este caso, es reconocido también en EE.UU. con los Oscar”, añade.
Campanella fue precisamente el último argentino en ganar un Oscar a la mejor película de habla no inglesa, con “El Secreto de sus Ojos”, y en 2013 triunfó a nivel nacional con su primera película de animación, “Metegol”, que se convirtió en una de las más vistas de la temporada.
“Año tras año, el cine argentino viene logrando éxitos de taquilla en nuestro país y logrando participación y presencia en los principales festivales del mundo”, apunta Juan Vera, productor y director artístico de Patagonik Film Group, de la que salieron películas como “El Hijo de la Novia”, “Nueve Reinas” y “Un Novio para mi Mujer”.
“Hay una percepción generalizada de que es un gran momento a la vez que un momento de cambios importantes en la forma de producir y consumir cine, lo que en muchos aspectos genera incertidumbre”, le dice a BBC Mundo.
De hecho, mientras las películas argentinas cosechan premios fuera, la mayor parte de los espectadores locales siguen prefiriendo las producciones de Hollywood, una tendencia que se observa también en la mayor parte del mundo
Según estadísticas de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, el 50% de los jóvenes de este país no ve ninguna película nacional al año, a pesar de que anualmente se estrenan más de un centenar cintas argentinas.
Talento en el extranjero
Pese a sus dificultades para atraer a un público joven en su país, Argentina tiene un largo historial de exportación de talento cinematográfico.
Tal es el caso del músico Gustavo Santaolalla, un bonaerense ganador del Oscar a la mejor banda sonora por “Babel” y “Secreto en la Montaña” (Brokeback Mountain).
Mientras, Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia, Cecilia Roth o Darío Grandinetti son algunos de los actores más reconocidos en el exterior, especialmente en España.
Estos dos últimos participaron además en dos películas ganadoras del Oscar, “Todo sobre mi Madre” y “Hable” con Ella, ambas del director Pedro Almodóvar.
“No estamos tan cerca de Hollywood como México (con Gustavo Cuarón, Alejandro González Iñárritu o Guillermo Del Toro), pero de a poco el mundo está mirando con cierta atención lo que proviene de Argentina”, sostiene Batlle.
“Por ahora, son casos aislados”.
Argentina reversionada
Además, en los últimos años, varias películas argentinas han llamado la atención de productores extranjeros, hasta el punto de reversionar en inglés las historias.
Como “Elsa y Fred”, una película de 2005 protagonizada por China Zorrilla y Manuel Alexandre que el año pasado tuvo su remake estadounidense con Shirley MacLaine y Christopher Plummer.
En medios especializados y en la industria cinematográfica también se habla con sigilo de la adaptación de Hollywood de “El Secreto de sus Ojos”, con Julia Roberts y Gwyneth Paltrow como posibles protagonistas.
Esta parece ser, sin embargo, una tendencia global, ya que también existe una larga lista de películas de otros países de habla hispana, como México o España, con sus versiones en el mercado estadounidense.
“Creo que lo que atrae tiene que ver con la calidad de los directores y guionistas, la solvencia técnica que se ve en cada película y , sobre todo, el nivel de los actores argentinos”, añade Juan Vera.
“El cine argentino tiene una larga tradición que se continúa, a través de las escuelas”, apunta el productor.
En los últimos años estos centros se han llenado de estudiantes internacionales, sobre todo de América Latina, atraídos por la buena fama de la enseñanza cinematográfica argentina.
Pero también por los competitivos precios de los estudios en relación a su calidad (los grados superiores son gratuitos para extranjeros en centros públicos argentinos y la matrícula en los privados también suele ser menor que en otros países de la región).
“En la Argentina se hace cine desde hace 100 años”, dice Vera.
“De alguna u otra manera las películas que hacemos son hereditarias de esa rica y larga historia”.