Un taxista que participó en la Guerra de Vietnam planea, mientras recorre las calles de Nueva York, exterminar las escorias humanas del mundo. La sociedad, la política y las relaciones interpersonales están tan pervertidas que solo un desequilibrado mental tiene la lucidez de plantearse esta misión y rescatar almas. Ese taxista se llama Travis Bickle y es encarnado por Robert de Niro. Él es el protagonista de “Taxi Driver”, dirigido por Martin Scorsese. Este clásico cumple cuatro décadas el 2016. ¿Ese mundo desquiciado de hace 40 años se sigue pareciendo al de hoy?
“Taxi Driver” también es un viaje a la conciencia, sugerido por el estilo virtuoso e hiperrealista de Scorsese. Las calles neoyorkinas están llenas de humo, la música compuesta por el maestro Bernard Hermann sintoniza con los desvelos psicóticos de Travis y su voz en off tortura su mente con más de una pregunta.
Parte de esta catarsis brillante se debe a la formación de Scorsese, quien por legado familiar se planteó alguna vez ser sacerdote, hasta que se enamoró perdidamente del cine. En el arte los tormentos del espíritu, la culpa y la redención encontraron sus rutas de desfogue.
Otro aspecto no menor es que Scorsese es cercano a esas primeras promociones de cineastas de Hollywood formadas en las aulas –él lo hizo en la Universidad de Nueva York– que conocen la tradición del cine y parten de ella para innovar, así como son críticos de la historia reciente de los Estados Unidos (Watergate, Guerra de Vietnam, el auge de los activismos, etc.). Más que filmar en el estudio, había que volcarse a las calles. En “Taxi Driver”, Scorsese lo hizo para dar una lección de puesta en escena, plena de travellings hipnóticos y de colores fuertes que tiñen el descenso a los infiernos de Travis.
Dos mitos han acompañado a este clásico: Paul Schrader habría escrito el guion en cinco días y no figuraría en el texto original la célebre frase “¿Me estás hablando?”. El primer mito permanece en el misterio. El segundo fue esclarecido el 2009 por De Niro, quien aseguró que se apropió de una frase que Bruce Springsteen gritó en un concierto. Para festejar los 40 años de “Taxi Driver”, el Festival de Tribeca le rendirá homenaje el 21 de abril. Estarán en el acto De Niro y Scorsese. Larga vida a Travis Bickle.