Parece un debate viejo, que se remonta a Blockbuster e incluso al Betamax, pero en realidad está más caliente que nunca. ¿El cine hay que verlo en salas o en la casa? Netflix, la ultrapoderosa plataforma de ‘streaming’ se ha encargado de volver a generar el ruido de la discusión con el que acaso sea su estreno más importante del año: “The Irishman”, la nueva obra maestra de Martin Scorsese.
El caso “The Irishman” es interesante por varias razones. Primero, porque es una película que, según ha confesado el propio Scorsese, no existiría sin Netflix, que decidió financiarla después de que ningún estudio se animara a hacerlo por ser demasiado costosa (US$159 millones finalmente).
Pero también es interesante porque, a pesar de ser una producción de Netflix, ha logrado tener un estreno reducido en salas. Aquí en el Perú, por ejemplo, se puede ver desde el jueves 21, pero solo en la cadena UVK y en el CCPUCP, y únicamente durante una semana.
En Estados Unidos, si bien se exhibe desde el 1 de noviembre, generó una tensa pugna entre Netflix y las cadenas tradicionales de cine. Por ello, las empresas AMC, Cinemark, Regal y Cineplex, entre otras, no aceptaron proyectar “The Irishman” menos de un mes, pues perderían lo que ellas llaman “ventana de ganancia”, que se refiere al tiempo entre que una cinta se exhiba solo en salas y que luego se distribuya otras vías, como el ‘streaming’.
Algunos cines propusieron tener la exclusividad de la película durante 60 días, pero el acuerdo con Netflix no llegó a buen puerto. De hecho, ocurrió algo similar con la mexicana “Roma”, de Alfonso Cuarón, que fuera la gran apuesta de la plataforma el año pasado.
De esa forma, luego de las proyecciones seleccionadas “The Irishman” en salas, esta aterrizará en Netflix desde el próximo miércoles 27 de noviembre. Y la única manera de verla será mediante la suscripción. A pesar de eso, cuesta imaginar a un Scorsese renunciando a ver su película proyectada en la gran pantalla.
LO QUE VEMOS EN NETFLIX
Existe otro detalle sobre “The Irishman” que la hace sensible de estudio. Sus 209 minutos de duración (apenas un minuto por debajo de las tres horas y media) se convierten en un desafío para la comodidad de la espalda y las ganas de ir al baño. ¿Será recomendable verla en una sala, de un tirón y sin interrupciones? ¿O más bien en Netflix, con el poder del control remoto en la mano?
Según cifras del 2017, el Perú ocupaba el tercer lugar a nivel mundial de personas que ven Netflix a diario, en muchos casos a manera de “maratones” de series o películas. Incluso se reveló que un peruano había visto la cinta “Shrek” 226 veces durante ese mismo año. Diera la impresión, entonces, de que existe predisposición para estar de largo frente a la pantalla.
Con todo, lo mencionado responde a data y estadísticas más bien anecdóticas pues, por una política general, Netflix no suele publicar información detallada sobre sus usuarios y sus hábitos de consumo. Una muestra de ello es que no se ha revelado oficialmente la recaudación de “The Irishman” en sus primeras semanas en salas (aunque según cálculos de algunos medios, habría conseguido US$2,4 millones en sus primeros 17 días de estreno).
EL CASO DEL ÓSCAR
Siendo Netflix una empresa cuyas ganancias se sostienen casi íntegramente en la cantidad de sus sunoscriptores (por eso sus apuestas por el impuso del anime o el enorme mercado indio, donde tiene mucho por trabajar), es válida la pregunta sobre por qué cede al estreno en salas de algunas de sus grandes producciones originales, como las mencionadas “The Irishman” y “Roma”.
Una razón sería cumplir los requisitos mínimos para postular sus películas al Óscar, anhelo que hasta el momento no ha podido conseguir. El año pasado, la película de Cuarón consiguió 11 nominaciones, de las que ganó los premios a Mejor película de habla no inglesa, Mejor director y Mejor fotografía. La estatuilla a Mejor película, sin embargo, se le escapó de las manos en favor de “Green Book”. Un hecho que muchos interpretaron como gesto de advertencia por parte de la Academia contra Netflix
Con “The Irishman” –película a la que le sobran atributos cinematográficos para ser considerara, sino la mejor, entre lo más destacado del año–, se desata un nuevo capítulo de este enfrentamiento entre el ‘streaming’ y el cine tradicional. ¿Volverá la Academia a darle la espalda a una película monumental? ¿Incluso tratándose de un cineasta consagrado como Scorsese, y con Robert De Niro y Al Pacino en el elenco?
La discusión irá creciendo en las semanas que vienen, conforme se caliente la temporada de premios. El debate es más grande de lo que se parece.