Si algo distinguió a Zsa Zsa Gabor (1917-2016) a lo largo de su vida no fue ni su talento ni su deslumbrante belleza. Fue más bien una personalidad arrolladora, con un sentido del humor inclasificable y una actitud despreocupada hacia la vida y los convencionalismos. Fue también precursora de un nuevo tipo de celebridad mediática, aquellas bellas inutilidades que convierten en noticia todos sus actos. Algo así como Kim Kardashian o incluso Paris Hilton, bisnieta del segundo marido de Zsa Zsa.
Aunque hay que decir a favor de la casi centenaria húngara que su encanto era inimitable. Fue Gerold Frank, colaborador de la actriz en su libro de memorias “My Story” (1960) quien no dudó en compararla con un personaje de la corte de Luis XV: “Ella quería ser todas las Pompadours y Du Barrys de la historia en una sola mujer”, sentenció el escritor.
—Las fabulosas chicas Gabor—
Al comienzo no solo era Zsa Zsa. Eran las tres hermanas Gabor. Casi indistinguibles unas de otras. Zsa Zsa, Magda y Eva. Hijas de un matrimonio acomodado entre un militar y una joyera. La madre era también representante de estrellas del teatro de variedades e inculcó en su prole el amor por las bambalinas y los diamantes. Zsa Zsa, entonces Sari, se convirtió en Miss Hungría en 1936 y poco después se casó con el militar turco Burhan Asaf Belge. El matrimonio terminó poco después. Para entonces las hermanas ya tenían decidido dejar una Europa arrasada por la guerra y establecerse en Hollywood.
Las Gabor llamaron irremediablemente la atención del mundo del espectáculo en América. Aunque solo Eva consiguió trabajo en los grandes estudios de cine desde un comienzo. Zsa Zsa tendría que esperar un poco. Mientras tanto, habría de convertirse en una celebridad social y en una atracción del espectáculo en la radio y luego en la televisión. Y, por supuesto, reina absoluta en las primeras planas de los tabloides. Sobre todo tras su boda con el magnate hotelero Conrad Hilton en 1942.
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—Reina del espacio exterior—
Ya divorciada de Hilton y gracias a ello acreedora de una pequeña fortuna personal, Zsa Zsa debuta en el cine. Lo hace en “Lovely To Look At” (1952), esplendoroso musical de la Metro donde interpreta un pequeño papel. Así será su carrera en adelante, reducida a roles decorativos en películas tan famosas como “Historia de tres amores” (1953), “Lili” (1953) o incluso esa obra maestra que es “Sed de mal” (1958), de Orson Welles. Del resto de sus trabajos quedan interpretaciones en televisión o en alguna cinta de serie B en el que brilla con luz propia, como “La reina del espacio exterior” (1958).
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Y sin embargo, la fama no deja de crecer. Fiel a sí misma, tras nueve maridos, una buena cantidad de amantes y su fama intacta, participó en todas las series de televisión de éxito entre los años 60 y 90. Desde “La isla de Gilligan” hasta “Bonanza”, e incluso “Batman”, “El crucero del amor” y “El príncipe del rap”, junto a una estrella emergente llamada Will Smith.
Fue justamente en esta serie donde, como ya lo había hecho hasta el cansancio, hizo una parodia de sí misma. Pero lo más audaz en esta ocasión es que recreó el incidente automovilístico por el que fue encarcelada. Sucedió en 1989 cuando la actriz, en aparente estado de ebriedad, conducía su Rolls Royce por las calles de Hollywood. Un policía la detuvo y Zsa Zsa lo abofeteó. Tres días en la cárcel y un escándalo mundial le devolvieron por un momento la popularidad del pasado. Poco después, ella misma se reía del incidente al recrearlo en la popular serie con Will Smith.
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—Toda una ama de casa—
Zsa Zsa Gabor no ha pasado a la historia por sus películas. Sus habilidades han sido otras, sobre todo la capacidad para bromear sobre sí misma. Alguna vez dijo: “Soy un ama de casa maravillosa, cada vez que dejo a un hombre me quedo con la casa”.Con sus nueve matrimonios, supera incluso a Elizabeth Taylor. Y es esa actitud totalmente incorrecta la que conectó con la prensa sensacionalista. “Divorciarte porque no amas a un hombre es tan tonto como casarte porque lo amas”, comentó para horror de los sectores más conservadores. “Creo en las familias numerosas, toda mujer debería tener al menos tres maridos”, bromeó en otra ocasión. Incluso ofrecía un lado más conservador: “Personalmente no sé nada de sexo porque siempre estuve casada”.
Con la excepción del actor George Sanders, con quien estuvo casada entre 1949 y 1954, Gabor no era de salir con sus colegas. De Cary Grant dijo: “Los estudios quieren que una piense que es un gran amante, pero hasta ahora no me lo han probado”. Prefería a los millonarios o notorios playboys, como Porfirio Rubirosa, quien la presentó al dictador dominicano Leónidas Trujillo. Y ese acercamiento al mundo hispano quedaría resumido en una frase pronunciada en castellano: “Macho no quiere decir mucho”.
Zsa Zsa Gabor descansa en paz. Ha muerto de un ataque al corazón el pasado domingo 18 de diciembre. Pero desde hace unos años su salud la había confinado a grandes padecimientos de todo tipo. Se va una estrella fulgurante que ya había dejado de brillar hace un tiempo.