MARILIA PASTOR
En estos días, Lima rendirá homenaje tanto a los lectores como a la literatura en español con la Bienal de Novela Vargas Llosa 2014, comenta Carlos Granés, asistente de dirección de la Cátedra Vargas Llosa. Al ser anfitriones, Granés espera que los peruanos se vuelquen a las diferentes actividades que reúnen a 33 autores iberoamericanos. Por encima, no obstante, está su deseo para que el bicho de la lectura pique en nuevos lectores. “Queremos que la gente, poco familiarizada con los libros, empiece a sentir curiosidad y lea con avidez tanto las novelas de los finalistas [del Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa] como de los escritores que hemos invitado”, comenta el colombiano, quien espera asistan entre 300 y 500 personas a cada charla. Aunque él siempre celebrará el interés por la lectura, le preocupa la excesiva oferta de títulos. Un país puede publicar, en un año, 11 mil obras literarias, ¿pero quién las leerá? “Eso empieza a dificultar la circulación de las novelas. También acorta la vida de los libros que pasan de ser novedad a historia. Las obras no tienen vigencia. El negocio editorial está dependiendo mucho de las novedades. Creo que es un fenómeno que juega en contra de los escritores y quizás de la misma literatura”, advierte. Este jueves 27, en la clausura del festival literario, se entregará el Premio Bienal de Novela MVLl en el que compiten Juan Bonilla, Rafael Chirbes y Juan Gabriel Vásquez. Granés desea formar, con el tiempo, un fuerte catálogo de autores y que el galardón impulse sus carreras. EL LIBRO POR SIEMPREJóvenes estudiantes y escritores se reunieron, ayer en el C.C. Ccori Wasi, en la primera ronda de conferencias que forma parte del encuentro cultural y que continuará hasta el jueves 27. Los escritores Fernando Ampuero y Jorge Eduardo Benavides junto con Sergio Vilela, director editorial del Grupo Planeta para el área andina, y Pilar Reyes, directora editorial de Alfaguara en España, estuvieron a cargo de la charla “El reto de la lectura en el mundo actual”. Mientras que Ampuero señaló tanto los vicios como las virtudes que produce Internet en los lectores, Vilela sorprendió a los asistentes mostrando nuevas posibilidades creativas del libro digital. Pero todos coincidieron: el libro, el querido objeto que convoca a los asistentes, no morirá.