Marco Aurelio Denegri falleció, esta noticia fue confirmada por el presidente del IRTP, Hugo Coya. El reconocido conductor de televisión y lingüista tenía 80 años. Recordamos su última columna en este diario titulada “Malsonante”:
La doctrina o palabra que ofende los oídos de personas piadosas u honestas, es malsonante. Por ejemplo, las expresiones obscenas o groseras, los tacos, como dicen en España, o las lisuras, como decimos nosotros, o las verba sórdida, como decían los latinos. Pero las expresiones coloquiales o informales no son, como cree Jaime Martín, malsonantes. ¿Qué sordidez encierra, verbigracia, la expresión tener una cosa muchos bemoles? ¿Y cuál es la malsonancia de carcajearse, o de plata, o de morrocotudo? Estas cuatro –y hay más– constan en el Diccionario de Expresiones Malsonantes del Español, de Jaime Martín, publicado en Madrid por Ediciones Istmo, en 1974.
Jaime Martín confunde el lenguaje coloquial, el de la conversación, con el lenguaje vulgar, el del vulgo; o tal vez no es que confunda sino que crea sinceramente, como la misma Academia en su Gramática, que son vulgares y hasta vulgarísimas (eso dice la Academia), locuciones que realmente no tienen ese carácter, salvo que uno cultive la superexquisitez léxica y se proclame fanático del lenguaje literario. ¿O es que son vulgarísimos los idiotismos a ojos vistas y a pie juntillas?
El idiotismo –del griego idios, propio, especial– es el modo de hablar contrario a las reglas gramaticales, pero propio de una lengua. ¿Por qué va a ser vulgarísimo? Ni siquiera es vulgar. Todas las lenguas tienen idiotismos y tienen por ello singularidades, no vulgaridades.
“La ética laica del budista practicante –dice Albert Schweitzer– nos desilusiona, porque no promueve conductas regidas por la fuerza obligante de la compasión y el amor.”
–Lectorado–El neologismo lectorado, perfectamente admisible, es imitación de electorado, conjunto de electores. (Cf. Luis Jaime Cisneros Vizquerra, «Acercamiento a Las Moradas». Las Moradas, 1947, 1:1. [IX]. (Edición facsimilar publicada en junio del 2002 por la Universidad de San Martín de Porres.)). Lectorado será entonces el conjunto de lectores. Pero entre nosotros nadie dice lectorado, sino lectoría. Las palabras lectorado y lectoría están en el DRAE, pero ninguna de ellas tiene la acepción de conjunto de lectores.
Lectoría parece imitación de especiería (conjunto de especias), gradería (conjunto de gradas), negrería (conjunto de negros).
Cuando yo manifesté al doctor Cisneros mi rechazo de la palabra surrealismo y mi preferencia por superrealismo, suprarrealismo y sobrerrealismo, mi interlocutor dijo que surrealismo tenía, respecto a las otras tres voces, la ventaja de la brevedad.
Pues bien: yo le voy a dar esta vez a Cisneros su propia medicina. Creo, en efecto, que lectoría es término que la gente prefiere porque es más breve que lectorado, y más fácil de pronunciar.“Las palabras lectorado y lectoría están en el DRAE, pero ninguna de ellas [significa] conjunto de lectores.”
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