Un 7 de octubre como hoy, hace 9 años, la Academia Sueca anunció que el escritor peruano Mario Vargas Llosa (1936) recibió el Premio Nobel de Literatura 2010. El organismo decidió darle este galardón por “las estructuras del poder y sus afiladas imágenes de la resistencia, rebelión y derrota del individuo” que retrata en el conjunto de su obra narrativa.
Vargas Llosa es, desde entonces, el único peruano en haber ganado el premio Nobel y el último escritor en habla hispana -el undécimo- en hacerse con este importante reconocimiento.
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El novelista arequipeño inició su carrera literaria a los 23 años con el libro de relatos “Los jefes” (1959). Posteriormente, recae en la novela, el cual se convierte en su género predilecto —18 publicadas hasta la fecha— y con el cual alcanza reconocimiento internacional tras la publicación de “La ciudad y los perros” (1963) —título con el que gana el Premio Biblioteca Breve y el Premio de la Crítica de España—, “La casa verde” (1966) —merecedora del Premio Rómulo Gallegos—, “Conversación en La Catedral” (1969), “La guerra del fin del mundo” (1981), “La fiesta del Chivo” (2000), por mencionar las más destacadas.
Con un estilo disruptor en las estructuras narrativas y asiduo a la interpolación de planos influenciado principalmente por William Faulkner, Vargas Llosa fue uno de los mayores exponentes del denominado Boom Latinoamericano junto con el colombiano Gabriel García Márquez, el argentino Julio Cortázar y el mexicano Carlos Fuentes; entre otros.
Con 60 años de trayectoria, el escritor peruano sigue en actividad y mantiene su vigencia en la literatura internacional. Prueba de ello es la próxima publicación de “Tiempos recios” su decimonovena novela, cuyo lanzamiento mundial será este martes 8 de octubre. La novela es una ambientación histórica que ocurre en Guatemala a inicios de los años 50 en el marco de los gobiernos de los presidentes Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz y el golpe de Estado que en 1954 le perpetró a este último el coronel Carlos Castillo Armas.
—Vargas Llosa como político—
Además de su prolífica trayectoria como escritor, Vargas Llosa también tuvo una trayectoria política en el Perú. Si bien en su juventud formó parte de un pequeño colectivo comunista denominado Cahuide y comulgó con ideas de izquierda, tras el caso ‘Padilla’ abrazó el liberalismo y comenzó su actividad política encabezando un multitudinario mitin en 1987 en oposición a la intención del entonces presidente Alan García de estatizar la banca. Tras ello, fundó el movimiento Libertad y se presentó como candidato a la presidencia del Perú en el año 1990.
Pese a que durante gran parte de la campaña electoral fue el candidato favorito, el súbito crecimiento de la popularidad de un desconocido ingeniero llamado Alberto Fujimori, quien hasta 15 días antes de la elección aparecía con menos del 10% de las preferencias, forzó una segunda vuelta electoral en la cual Vargas Llosa fue derrotado.
Después de dichos comicios, se instaló en Madrid y tras el autogolpe de Estado de 1992, Vargas Llosa mostró una férrea oposición y encabezó la crítica internacional hacia el gobierno de Alberto Fujimori. A raíz de ello, el régimen fujimorista amenazó con quitarle la nacionalidad peruana por lo que, a petición del escritor, el Gobierno español le concedió la ciudadanía española por carta de naturaleza en 1993.