Una pareja de juguetones niños es la encargada de acercar a los lectores a la lengua originaria más hablada de América. El quechua se explora de manera lúdica a través del quehacer cotidiano de los pequeños, desde el amanecer hasta que el cielo oscurece. Ellos juegan, ríen, saltan, bailan, pero sobre todo transitan por más setenta palabras que forman parte del idioma -en la variante ayacuchana- que en el Perú es hablado por al menos cuatro millones de personas. “Inti Sol / Killa Luna” es un diccionario billingüe propuesto por la escritora Micaela Chirif e inspirado en su propia experiencia y el disfrute que le provocaba aprender otra lengua teniendo como referencia una ilustración por cada palabra. El proyecto se realizó de la mano con Yesenia Montes, quechuahablante y mediadora de lectura, escritura y oralidad en quechua y español. “Trabajamos con la idea de despertar la curiosidad en aquellos que no hablamos quechua y poner al alcance de la gente, de los niños en particular, un vocabulario básico, y a la vez crear un vínculo afectivo”, cuenta Chirif. El libro, que cuenta con un código QR que lleva a escuchar la pronunciación en ambas lenguas, se presenta este 31 de julio en la Feria Internacional del Libro (FIL).
─Este libro presentado como un diccionario tiene la particularidad de seguir una historia que da pie a vocablos en quechua...
Lo que pasa es que no quería que el libro pareciera un diccionario escolar. Que pareciera, en el mal sentido, muy pedagógico ni que tuviera ese aire.
"Son 48 lenguas originarias en el Perú. Por eso es importante darles un espacio y verlas también como parte de nuestro patrimonio cultural".
─Sino hacerlo más lúdico.
Sí, por eso la idea fue camuflar o introducir la idea del diccionario a través de un hilo narrativo. Entonces son el Sol y la Luna los que dan la bienvenida al libro y se transforman en un niño y una niña para recorrer un día entero y hacer un montón de cosas hasta que al final se van a dormir, descansan y sueñan. De esta manera también me permitía tener de título un verbo como reír, bailar, querer o cuidar para introducir una serie de sustantivos. Por ejemplo en bailar se podían introducir las partes del cuerpo que se utilizan para el poder hacer estos movimientos como los brazos, las manos, las piernas; en reír las partes de la cara, ojos, nariz, boca; en pintar puede colocar los colores; y en contar los números.
─¿Qué papel juegan las ilustraciones?
Un papel de complemento muy importante. Por ejemplo, en contar tenemos números del 1 al 5 y la ilustración, aunque no se diga en el texto, muestra que los niños están contando las estrellas. Por eso estas ilustraciones hechas por Armando Fonseca y Amanda Mojongas son un buen y bonito aporte gráfico.
─Particularmente, ¿siempre ha tenido interés por el quechua?
Creo que todos los que vivimos en el Perú tenemos una relación con el quechua y no lo sabemos. Por eso, justamente al final del libro hay una nota informativa, donde se dan algunos datos sobre el quechua. Entre ellos se dan una pequeña lista de palabras que usamos la personas que hablamos castellano en Perú sin saber que muchas veces derivan del quechua.
─¿Considera necesario una reivindicación de esta lengua en el Perú?
Creo que es aún más necesario romper con esa actitud de desprecio o discriminación hacia una lengua que es igual de oficial e importante que el castellano. Pero sabemos, y es lamentable, que muchas veces padres o abuelos quechuahablantes no quieren que sus hijos o nietos lo hablen porque sienten que van a hacer discriminados por hablar este o cualquiera de las otras lenguas, ya sea el aymara u otras amazónicas. Son 48 lenguas originarias en el Perú. Por eso es importante darles un espacio y verlas también como parte de nuestro patrimonio cultural.
─La relegación del quechua se da no solo en el día día sino también en la literatura, ¿cómo ve esta situación?
Me parece importante que en la literatura escrita estén presentes las lenguas originarias de nuestro país y que no esté restringido a ciertos ámbitos. El Ministerio de Educación saca material bilingüe solo para ciertas regiones, pero en general no es un material que está a disposición de quienes no viven en esas zonas, entonces me parece necesario introducir o reforzar la presencia de estas lenguas en la literatura en general y la niños en especial porque cuando uno es niño y le gusta la lectura desarrolla un vínculo afectivo con la historia, lo que lee y narra el libro. Esto es para mí una manera de combatir la discriminación.
─¿Tuvieron asesoría especializada para hacer este libro?
Para hacer un trabajo serio hemos contado con la asesoría lingüística de Rodolfo Cerrón Palomino que es un lingüista especializado en quechua muy reconocido. Queríamos que además de ser un trabajo lúdico, estéticamente atractivo y que te invite a jugar, fuera serio en la información que presenta. Sabemos que siempre habrá discrepancias porque, como pasa en cualquier lengua, hay variaciones regionales. Nosotros hemos usado el quechua que se habla en Ayacucho. Con la palabra azul había más de una posibilidad, pero decidimos utilizar la variable de uso más extendido. Que se converse, debata, discuta, esa también es la idea.
─¿Continuará explorando otras lenguas peruanas?
Sería muy interesante y espero que mucha más gente lo haga. Tomamos el quechua porque es la lengua originaria más hablada del Perú, pero sabemos que tenemos muchas otras. Sería importante que se hicieran diccionarios que recogieran más de dos lenguas.
Lugar: Feria Internacional del Libro. Dirección: Parque de los Próceres, Av. Salaverry cuadra 17, Jesús María. Día y hora: domingo 31 de julio, a las 6 p.m., en la sala José María Arguedas.
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