Si bien cuando se presentó la biografía “Salinger” hubo un aluvión de críticas en Estados Unidos , se ha reivindicado ahora el valor de la investigación. Por ello, David Shields y Shane Salerno, los biógrafos, quieren compartir sus hallazgos y presentan su libro en España.
“Salinger”, que ahora edita en España Seix Barral, fue publicado en Estados Unidos en otoño junto a un documental complementario que Salerno dirigió. El trabajo se anunció como la biografía definitiva del escritor de “El guardián entre el centeno”, que vivió encerrado durante más de medio siglo en la pequeña ciudad de Cornish (New Hampshire), donde murió en el 2010 a los 91 años.
UN HOMBRE RESERVADO
Lo primero que discuten los autores era su condición de autor recluido. “En realidad, no era ningún ermitaño.
Howard Hughes sí, nadie sabía dónde estaba y qué hacía. Salinger, en cambio, iba todos los días a los mismos sitios. Los ermitaños no van al pueblo y compran el periódico“, afirma Salerno.
Más allá de disolver mitos sobre su personalidad, iluminan datos sobre su vida. El primero fue revelar que el escritor dejó material literario listo para su publicación a partir del 2015, lo que agitó la promoción y afiló las suspicacias como golpe de efecto para optimizar el rendimiento comercial de la biografía.
El segundo fue desempolvar material gráfico, cartas y testimonios hasta ahora desconocidos sobre el autor, especialmente los relativos a su relación sentimental con Jean Miller, entre 1949 y 1954. Abrieron su archivo de más de cien cartas con Salinger, así como las fotografías y cartas que tenía su amigo Paul Fitzgerald, entre las que hay información sobre el proceso creativo de su libro más famoso.
MATERIAL INÉDITO
“Estamos orgullosos de haber podido ver ese material y haberlo compartido con el mundo”, señala Salerno. Según él, Miller es “la ventana más grande” para conocer a Salinger. “Ella lo conoció antes de 'El guardián entre el centeno' y después. Y ese período, antes de que comenzara la leyenda del Salinger, era un punto negro para los biógrafos”, asegura.
Al articular esos 10 años de documentación, los autores optaron por dos ejes temáticos: la Segunda Guerra Mundial y su permanente búsqueda del sentimiento religioso. “Lo primero lo construyó como escritor. Lo segundo lo hizo alejarse de la popularidad”, resume.
“Después de la guerra transitó por numerosas religiones, tratando de curar la herida causada por esta. Buscaba un sitio que no encontró jamás y la última frase que dejó dicha a su familia fue 'estoy en el mundo, pero no formo parte de él”, concluye el investigador.