Tania Libertad, Eva Ayllón, Juan Diego Flórez, Lucho González, Andrés Prado, Susana Baca, Pedro Aznar, Arturo Sandoval o Chucho Valdez han colaborado con él. Otros nombres reconocidos como Alex Acuña o John Patitucci, también. Ha llevado su música desde el Perú a Argentina, Brasil, Chile, México, Estados Unidos, España, Francia o Suecia. Ha dirigido al grupo Wayruro –junto a Jean Pierre Magnet- o grabado el interesante disco de jazz fusión Chilcano. Aunque recién llegó hace poco a las cinco décadas de vida, enseña música desde hace más de 30 años, tal y como hizo su padre, el maestro de varias generaciones de músicos, Jorge Madueño, quien ayudó a cultivar sus cualidades desde pequeño. José Luis Madueño, a pulso y talento, fue hallando su lugar en el mundo y en el pentagrama con la versatilidad como instrumento principal.
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“He tenido muchas experiencias maravillosas desde la interpretación musical en festivales y conciertos por el mundo, la composición, la producción de grabaciones, la enseñanza –nos cuenta Madueño-. A través de estos caminos musicales he vivido momentos inolvidables con personas de distintas culturas del planeta. También pude conocer la naturaleza de la vida, en cierta medida, a través de la música y, algo no menos importante, me ayudó a conocerme a mí mismo y a las personas. La música, al ser intangible e invisible nos ayuda a conectar el mundo material con el energético o espiritual”, reflexiona el artista.
Hoy, sin embargo, alejado forzosamente de los escenarios como todos nuestros músicos a causa de la pandemia, el también cantautor, compositor y productor peruano ha enfocado un importante caudal de sus energías en la enseñanza virtual. No son pocos quienes han optado por conciertos o clases virtuales como una forma de salir adelante a pesar del aislamiento y la falta de eventos. “La enseñanza de la música ha sido y será un camino de gran valor dado su aporte al desarrollo integral del ser humano. En esta coyuntura de aislamiento social, muchas personas, al estar confinadas en su casa, están optando por estudiar música. Esto beneficia tanto a estas personas como a quienes enseñan. Quienes no enseñaban música están optando por este camino como una alternativa que tiene mucho potencial de crecimiento”, asegura.
La historia de una segunda vocación
Open Music es el nombre de la escuela musical que José Luis Madueño inició en enero del año pasado como una consecuencia natural, considerando su experiencia en la enseñanza musical por más de 30 años. “La Institución puede continuar el legado de los maestros y esa fue mi motivación. También es una oportunidad para que mucha gente estudie música y se generen intercambios con otras instituciones musicales del mundo”, cuenta Madueño, y anuncia conversaciones con escuelas en otras ciudades del mundo.
Para ello, fue inspiración fundamental su padre Jorge –colaborador de Chabuca Granda, Susana Baca o Tania Libertad-, aunque con bastantes diferencias de estilo. “Mi padre abrió una escuela de música cuando yo tenía 17 años y me ofreció trabajo allí, enseñando piano. Yo acababa de salir del colegio y, aunque ya trabajaba como músico de grabaciones y de conciertos, me pareció interesante compartir lo aprendido hasta ese momento, además, por supuesto, de generarme un ingreso adicional”, cuenta José Luis.
El músico y docente recuerda que su aprendizaje inicial de piano fue con una profesora de Piano Clásico - Graciela Vásquez- desde los 8 años de edad. Su padre le enseñó cursos de conocimientos musicales como Armonía Funcional, Arreglos y Orquestación desde que tuvo 11 años de edad. No tuvieron una relación de mucha frecuencia como maestro/alumno, ya que él le daba los contenidos y lo dejaba estudiarlos a su propio ritmo. Sin embargo, por otro lado, lo invitaba a participar de sus trabajos en producción musical, arreglos y orquestaciones pidiéndole escribir en ellos arreglos de piano, que luego grabaría en los estudios o tocaría en orquestas al lado de los músicos más connotados del momento. “Esto fue muy estimulante para desarrollarme desde temprana edad, para aprender de los mayores, de su experiencia –recuerda José Luis-. Sin ser consciente de ello, ese trabajo de campo me moldeó favorablemente. Cuando salí del colegio, ya era un músico profesional”.
A pesar de eso, Madueño entiende que no todos los músicos, por más buenos que sean, están capacitados para enseñar. Y más aún, para enseñar online. “Ciertamente, la enseñanza es una vocación. Se requiere de un conocimiento de sí mismo y estar abierto a conocer al alumno. También tener sed de seguir aprendiendo, de enseñar los principios importantes y tener flexibilidad para adaptarse a cada alumno o grupo de alumnos. Comunicar con el ejemplo, que la música, como todo en la vida, requiere de entrega, disciplina y pasión”.
Aunque es la misma entrega, disciplina y pasión que su padre le puso siempre a la música, sus estilos son distintos. Por eso, la pregunta se hace indispensable: ¿Cuál es el método para enseñar a distancia de uno de nuestros músicos más reconocidos e hijo de uno de los más importantes maestros de músicos?
“Mi padre creó su propia metodología y yo la mía –nos responde-. Uno de los principales atributos de mi padre, el que traté siempre de mantener conmigo y que se deja ver tanto en su enseñanza como en sus obras musicales, tiene que ver con la Ingeniería. Él es Ingeniero Civil y su visión de ingeniero la aplicaba en la música. Desde la elaboración de una partitura hasta su interpretación final por parte de los músicos. El orden y la sistematización que se aprende en carreras como la ingeniería, el interactuar con las matemáticas, es lo que recibí de su método. También me enseñó todo lo que necesitaba saber sobre el funcionamiento del negocio de la música en cuanto a grabaciones, interpretaciones y producciones musicales y cómo negociar con los clientes, siendo yo aún un adolescente”.
La forma de las clases
Madueño cuenta que la metodología de Open Music –que brinda más de 15 cursos durante todo el año, repartidos en dos programas, Instrumento y Taller (conocimientos musicales), para profesionales, estudiantes y aficionados de la música– está diseñada para ampliar la visión musical y desarrollar el talento de sus estudiantes desde la naturaleza, el intelecto y la emoción, a través del instrumento musical, la voz y el cuerpo.
En sus palabras deja claro el enfoque holístico con que contempla la enseñanza musical, que incluye la perspectiva occidental de conservatorios y escuelas de música popular, sumándole sonoridades y prácticas tradicionales del mundo oriental y otras culturas. En ese camino, se preocupa por brindarles a sus alumnos las herramientas que utiliza en sus interpretaciones, grabaciones, composiciones y arreglos en la industria de la música. Los cursos de conocimientos musicales, creados por él, han sido estudiados por alumnos de diversas escuelas, locales y de otros lugares del mundo, así como por productores, intérpretes y compositores, tanto profesionales como aficionados. Entre ellos está Aspectos Rítmicos, Lectura Básica, Teoría Analítica, Entrenamiento Auditivo, Armonía Integral, Arreglos, Improvisación & Composición, Visión Perú Mundo o Jazz Improvisación. Además, Madueño dicta los cursos Piano Armónico, Piano Popular y Piano Clásico.
“Las metas apuntan a que nuestros estudiantes cultiven una visión amplia e inclusiva y apliquen lo aprendido en Open Music logrando un sonido propio que puedan incorporar con competitividad en diversos campos de la industria musical del mundo. También, el contribuir en la difusión y evolución de la cultura musical de Perú”, asegura Madueño.
En el ciclo de verano 2020 tuvo más de 50 alumnos. Duraría 8 semanas, pero duró solo 7 a causa de la primera cuarentena. Luego se abrió el camino online, que mantiene hasta el día de hoy. Pero José Luis no es el único profesor. Tiene cursos de instrumentos con profesores de distintas especialidades, como Magali Luque (canto), Frank Edgar (guitarra, bajo), Alex Sarrín (batería), Abel García (saxo), Orlando Hilares (piano Suzuki), Andrés Prado (guitarra), Jocho Velásquez (guitarra y producción), Arturo Miranda (percusión afroperuana) o Antonio Tarnawiecki (percusión creativa).
La música como una salida
Aunque en nuestro país la gran mayoría de músicos recorre largos y tormentosos caminos para cumplir sus ambiciones artísticas o laborales, nunca como hoy se ha puesto tan duramente a prueba su vocación. Con escenarios apagados, locales cerrados y unas ganas incontrolables de reencontrarse nuevamente con el público y con sus propios colegas, los músicos –la mayoría de ellos sin los ingresos jugosos que muchos les suponen- han tenido que buscar otras opciones. Una de ellas ha sido la enseñanza. José Luis Madueño es consciente, sin embargo, de que la enseñanza virtual de música tiene cosas buenas, pero también algunas desventajas.
“La enseñanza virtual le ahorra tiempo y dinero a los alumnos. Tiempo en desplazarse hasta el centro de estudios y dinero en el transporte utilizado”, asegura Madueño. Por otro lado, destaca el uso que hace de dos cámaras para la transmisión de las clases, pues ofrece ángulos de visión que la mayoría de las veces ni siquiera en persona pueden apreciarse con esa misma claridad. Esto, por supuesto, ayuda a aprender con más facilidad. “Muchas personas aprenden a tocar instrumentos viendo videos en YouTube, dado que pueden reproducir el video cuantas veces deseen. En mi caso, a pedido de los alumnos, algunas clases son grabadas en video y ellos los tienen a su disposición. Además, al ser clases online, tenemos la oportunidad de conectarnos con personas en cualquier parte del mundo”, nos cuenta.
Por el lado de los problemas, destaca que es difícil que profesor y alumno hagan música a la vez sin que haya un desfase de tiempo. Es el motivo por el que no pueden ofrecer el programa de Ensamble. “La conexión de internet es muy inestable. El servicio que dan las compañías de telecomunicaciones en Perú es deplorable, como muchos otros servicios que se ofrecen en nuestro país. Pero ese ya es otro tema”, dice casi con resignación.
“El escenario del sector musical peruano tiene varios ángulos –reflexiona-. El de la música para publicidad puede ser el menos afectado. Y es el que más ingresos puede generar. La ausencia de conciertos y eventos en vivo ha golpeado fuertemente a los músicos que tenían como único ingreso el obtenido de esas actuaciones. El mes de marzo trae esperanzas, dado el cese de la cuarentena y la reactivación de las actividades económicas, incluidas las culturales. A tener paciencia y buscar alternativas para llenar la olla”, nos dice. Aunque en esto sí no se resigna.
“Ciertamente, en el caso de músicos que necesitan generarse un ingreso extra, la enseñanza de la música puede constituir una salida a los problemas financieros. Los conciertos online son una alternativa interesante”. Él mismo hizo ya algunos conciertos de esa manera. Los califica como un aprendizaje para los músicos y también para las audiencias. “Lo motivador está en que, a través de los conciertos online podemos conectarnos con personas que están en distintas partes del mundo. Ésta es una oportunidad para abrir nuevos caminos, para llevar nuestra música a nuevas regiones”. Ver el vaso medio lleno también es una opción para salir adelante.
Y eso que no es poco lo que se debería esperar del Estado. Y decimos “debería” porque varios no esperan nada. “Muchos pensamos lo mismo: el apoyo económico del gobierno y la justa repartición de ese apoyo. Hay muchos músicos disconformes con la manera en que se distribuyen los apoyos. Sí hay estímulos económicos para la cultura, de hecho éste es el tercer año, y otros apoyos por la pandemia. Pero en la repartición está el problema. Además está la Política Cultural, en cuanto al arte, específicamente. Tener como prioridad difundir el trabajo de los artistas peruanos de manera inclusiva. Eliminar el nepotismo. Parece fantasioso lo que digo, pero aún creo en ello como el Camino”. Para Madueño, como para muchos otros músicos peruanos, es un tema complicado. “No veo con optimismo la mayor parte de los movimientos del poder ejecutivo, el legislativo, el judicial, la contraloría, los ministerios, las alcaldías, el JNE, el TC, etcétera”, afirma. Aunque decepcionado de las instituciones estatales, el músico se muestra como un humanista. “Más bien, el gobierno individual o personal es el que nos sacará adelante. Seguir desarrollándonos individualmente, generar relaciones con personas que compartan nuestros ideales, es la única salida que veo. Los ciudadanos hemos olvidado que los gobernantes trabajan para nosotros. Los cambios significativos por una vida más justa para todos vendrán desde cada rinconcito, desde los pequeños emprendimientos. Esto ya está sucediendo en pequeña escala”.
PROYECTO 2021
José Luis Madueño está en la pre-producción (arreglos y diseño sonoro) de su primer álbum como cantautor. “Siento una gran emoción con este nuevo capítulo. Canciones creadas por mí, la mayoría en sonidos y aires peruanos como los afroperuanos, andinos, afroandinos y amazónicos. El plan es ir soltando sencillos a partir del segundo trimestre de 2021.
También está en la pre-producción de un álbum homenaje a Chabuca Granda. Su plan es el mismo: soltar sencillos hasta completar los tracks del álbum.
Por otro lado, tiene conciertos en trámite para España, Suiza y Austria que se vieron postergados por la coyuntura. “Espero se retomen pronto –nos dice con impaciencia-. Dependerá de cómo se desenvuelva el tema de los aislamientos sociales en el mundo en el futuro cercano”.
Open Music
Más información sobre la escuela de José Luis Madueño en https://openmusic.edu.pe/ en su página de Facebook: https://www.facebook.com/escuelaopenmusic o al E-mail openmusic@joseluismadueno.com.
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